por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.
Hubo un tiempo en el
Uruguay, en que esta palabra estuvo muy de moda, allá por los años
60-70. Todos los días aparecían en De Frente, Ya, El Popular, etc.
hechos y personajes que estaban siendo investigados por este delito, que
por lo general estaba vinculado al manejo de dinero, de fondos como le
llamaban. De los Perirano Facio para abajo, se "distraían" fondos, se
los hacia mirar para otro lado, podríamos decir.
Hoy día, esta
actividad continúa aferrada a las mejores tradiciones administrativas,
de guita ajena claro está, pero ha cambiado de nombre: hoy se trata de
errores, de cálculos apresurados, de malos entendidos, de avales mal
"chequeados" por las urgencias del caso, etc. Incluso muchos de los que
han sido indagados o procesados por estos "errores", aseguran que no
saben porqué están presos o porqué los hicieron sospechosos ante la
ciudadanía. Pero lo cierto es, que estas "distracciones" le han costado
al País, millones y más millones de dólares, que bien pudieron ser
destinados a otras actividades más humanitarias: escuelas en peligro de
derrumbe, cloacas de hospitales que expulsan ratas que se pasean por las
salas y que incluso han llegado hasta un intensivo, etc.
Sin
embargo, este verbo tiene muchos tiempos y un campo de aplicación, que
va mucho más allá de los pesos inmediatos, se trata más bien de una
actividad a largo plazo, que también reporta muchos millones, pero que
no corre riesgo de investigación, mucho menos de ser procesada: LA
MALVERSACION DE LAS IDEAS, el uso indebido de un mandato popular surgido
de las urnas, que tan buenos dividendos viene reportando y al que
defienden con tanta pasión. Qué pasa entonces cuando esta malversación
se traslada al campo de las ideas? Bueno, aquí estamos en presencia del
delito ideológico, un delito que seguramente no está contemplado en los
Códigos Penales y si lo está, no es de aplicación en estos casos. Tal
vez en los códigos no escritos de ética y moral? Vaya uno a saber. Pero
por todo ello, el Pueblo tendrá que elaborar sus propios códigos
penales, para poder castigar como corresponde a los que explotando un
sentimiento generalizado, llegan al gobierno para traicionarlo; a los
que invocando justicias incumplidas, llegan al gobierno para darles la
espalda y condenar a quienes la reclaman; a los que invocando causas que
costaron sangre, dolor y humillaciones, llegan al gobierno para
vaciarlas de contenido. Y en esa búsqueda de castigo para tantas
promesas incumplidas, a esa estafa colectiva, a esa malversación de los
legados que el Pueblo depositó en sus manos, MAÑANA DOMINGO 1o. de
JUNIO, el soberano tendrá su primera oportunidad de aplicar el reciente
código aprobado por la dignidad nacional. Mañana, los acusados por
malversación de mandatos, serán juzgados y condenados al ostracismo
político. El Pueblo los ignorará no concurriendo a sala, el Pueblo los
procesará en ausencia, no votándolos, el Pueblo los juzgará por haber
cantando mal los versos. A PARTIR DE MAÑANA DOMINGO, ENTRARÁ EN VIGENCIA
EL NUEVO CODIGO PENAL.