por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.
Días atrás, EL MUERTO
publicó una lista de personas que pasaron por el penal de Libertad. La
lista no es completa ni mucho menos, dado que faltan las mujeres y
quienes estuvieron presos antes de la dictadura. Pero la intención fue
hacer un repaso, refrescarnos la memoria. Y desde ese punto de vista, la
tarea fue cumplida. Más tarde, con el aporte de todos, las listas se
irán completando. Un compañero que leyó su nombre, entre los tantos que
pasaron a ser un número en las mazmorras del régimen, me llamó por
teléfono pidiéndome una charla que según él, sería muy importante para
aclarar algunas cosas que hoy por hoy sigue siendo un tema tabú, entre
quienes tuvieron la desgracia de caer presos. Yo le respondí que LA
VIDRIERA IRRESPETUOSA estaba a su dispocisión, siempre y cuando se
respetaran las reglas de juego. Es decir no caer jamás en el agravio ni
en acusaciones, donde el o los acusados no tuvieran oportunidad de
defenderse y que además ningún favor le harían a sus puntos de vista.
Hecha la advertencia, se llevó a cabo este diálogo en algún boliche de
Suecia.
LA VIDRIERA: Porqué después de tantos años decidís hacerme algunas confesiones?
EL
COMPAÑERO: Mirá loco, no aguanto más con esta carga y cada vez que el
tema de los presos cobra notoriedad, siento como que me dan una patada
en los huevos. Después de mucho tiempo aprendí, que caer preso o morir
entra en los cálculos de cualquier revolucionario. Los que cayeron
presos todavía pueden contarla y hasta escribir libros, los que murieron
nó. Yo marché al kilo como en la feria, en una época en donde había que
llenar las cárceles de gente, para mostrarle a los americanos que la
lucha contra la subversión continuaba.
LA VIDRIERA: Pero las Fuerzas Conjuntas anunciaron en el 72 que la subversión había sido derrotada.....
EL
COMPAÑERO: Sí, pero no te olvides que el presidente Carter insistía con
los DDHH y como aquí no se respetaban, les cortó los víveres. De ahí la
furia de estos tipos. Acordate cuando le respondieron en forma agresiva
"los que quemaron la selva asiática con agente naranja, no nos van a
dar lecciones de DDHH" Toda una falta de respeto hacia el amo. Estaban
furiosos...
LA VIDRIERA: Recuerdo sí un hecho que irritó bastante al
presidente Carter y se dió en la Confitería Americana en pleno Centro de
Montevideo. Llega un hombre de color, afroamericano como se dice ahora
para no ofender, y el mozo le deja sobre la mesa una tarjeta: LA CASA SE
RESERVA EL DERECHO DE ADMISIÓN. Con la misma, el hombre se levantó de
forma educada y se fue. El problema fue que este no era un morocho
cualquiera, sino que era el representante de Carter para la región y su
cometido era precisamente cómo se respetaban los derechos humanos en el
Uruguay. Fue la gota que colmó el vaso y el gobierno de Carter los
obligó a publicar en la prensa oral y escrita, una larga lista de
violaciones a los derechos humanos cometidos por el Gobierno uruguayo.
EL COMPAÑERO: Yo no me enteré de estas cosas porque estaba preso.
LA VIDRIERA: Bueno, pero como es eso del kilo?
EL
COMPAÑERO: Me comí un garrón como se dice ahora. Fijate que una noche
cae al boliche un viejo Amigo y me Dice: " me puedo quedar a dormir en
tu casa"? Nos criamos juntos, jugábamos en el mismo cuadro del barrio,
hicimos la misma escuela, le podés decir que nó?
LA VIDRIERA: Y tú no sospechaste nada?
EL
COMPAÑERO: Por supuesto que sí, el padre había sido un conocido
dirigente obrero, o sea que por algún lado tenía que venir la cosa. Pero
no le pregunté nada, pues cuanto menos sabés, menos tendrás para
hablar. Cuando me levanto para ir a trabajar, me despido y me Dice:
"Gracias loco, dentro de un rato me voy y veré que encuentro" A los 2
días tengo los milicos tirándome la puerta abajo con los golpes. Me
llevaron y no pude negar lo que ya sabían y sólo atiné a explicarles la
situación, lo mismo que acabo de explicarte a tí. Y a pesar que mi Amigo
les dijo lo mismo, me dieron palo y me pasaron al Juez Militar:
asistencia a la asociación para delinquir y asistencia a la subversión.
Por eso te digo que marché al kilo.
LA VIDRIERA: O sea que tú ni siquiera eras de izquierda?
EL
COMPAÑERO: Tampoco era de derecha, más bien que la política no me
interesaba demasiado. Votaba por tradición a los blancos, pero nada más.
LA VIDRIERA: Y ahora......?
EL
COMPAÑERO: Aprendí muchas cosas con compañeros, que sí sabían porqué
estaban presos. Gente que había militado en sindicatos, estudiantes,
luchadores sociales. Pero había otros que mejor ni hablar y hoy los ves
vendiendo el verso que estuvieron presos y son considerados por gente
que no entiende nada de nada, poco menos que héroes nacionales.
LA VIDRIERA: O sea que se trata de gente que también marchó al kilo?
EL
COMPAÑERO: Exacto. En otros tiempos, un oficial de inteligencia les
hubiera dicho: "Que estabas tú haciendo ahí?...bueno andate para tu casa
y no te metas más en estas cosas que no sabes de que se trata". Pero
como te digo, había que llenar la cárcel como fuera.
LA VIDRIERA: Y que hace esa gente hoy en día?
EL
COMPAÑERO: Mirá, muchos de ellos son alcahuetes de este gobierno,
tienen oficio y olfato para la joda y además como te vuelvo a repetir,
juegan a su pasado por las cárceles y hacen relatos estremecedores entre
inocentes que nada entienden. O sea que como tampoco tienen muchas
luces, siempre estarán al servicio de quienes cortan el bacalao. O tal
vez porque hoy día es buen negocio hacerse el gil. Yo estuve en Uruguay
el año pasado y me invitó un compañero al casamiento de su hijo. Mirando
alrededor en busca de algún rostro conocido, me veo a un personaje de
estos, bien vestido como para la ocasión y hablando para un grupo de
curiosos, con aire de suficiente que no admite pregunta alguna. Para no
arruinarle la fiesta a mi Amigo, me hice a un lado y me fui al fondo de
la casa a tomar un vino tranquilo,con otros veteranos. Y como estos
personajes hay montones, hermano!
LA VIDRIERA: O sea que Mujica o
Fernández Huidobro por mencionar algunos, pueden hacer cualquier cosa,
pisotear la memoria de los Muertos, los desaparecidos, sus familiares,
vender la soberanía y principios que costaron tanta sangre, sin que
nadie les salga al paso, sin que nadie de estos antiguos presos diga
nada? Es tan grave la complicidad de esta gente?
EL COMPAÑERO: Yo te
conté mi historia, porque no quiero que me hagan héroe de nada. Pero te
puedo asegurar que yo sé sí ahora quien es quien. Quien luchaba y sigue
luchando con lo que tenga a mano y quien era un impostor,un versero.
LA VIDRIERA: Bueno, pero yo no quiero creer que los que sabían en qué estaban, hoy se presten con su silencio a tanta ignominia?
EL COMPAÑERO: Y dónde están entonces?
LA VIDRIERA: Mirá, en la marcha del 26/04 en homenaje al Bebe Sendic, había mucha gente......
EL
COMPAÑERO: Por supuesto que sí, pero a esa gente ya la conocemos, ya
sabemos quienes son y que son consecuentes con lo que pensaron ayer.Yo
me refiero a los que no estaban..... y que son muchos. Esos ya tomaron
partido, unos por el silencio saludable y otros porque están metidos en
el negocio.
LA VIDRIERA: Que cada uno cargue con su conciencia...
EL
COMPAÑERO: Fijate que Mujica dice que "el antimperialismo no vende
pulpa" y nadie de sus antiguos compañero dice nada...! Vos sabés que
significa eso?
LA VIDRIERA: Eso significa que la carne suplantó a los principios..
EL
COMPAÑERO: Más grave aún, eso significa que para vender debemos aceptar
torturas, traslados clandestinos de gente hacia Guantánamo, ocupación y
saqueo de paises, desestabilización de gobiernos democráticos como
Venezuela, intervención en Ucraina apoyando nazis, etc.
LA VIDRIERA:
Loco, para haber marchado al kilo, te confieso que la cana te hizo bien,
saliste hecho un hombre nuevo que ve cosas que antes ignoraba.
EL COMPAÑERO: Sí y otros salieron ocultando cosas que antes sabían... que ironía de la vida.
LA
VIDRIERA: Te voy a hacer llegar por correo el reportaje y si le das el
visto bueno, lo publico. Si por alguna causa querés hacer alguna
corrección o agregar algo, también podés hacerlo. Y de este modo pusimos
fin a la charla con el compañero, luego de algunos cafés y alguna
salida para fumar un pucho.