por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.
Hace algunos días, el
Ministro de Defensa uruguayo sorprendió a la gente de un lado y otro
del río, con algunas afirmaciones en torno a la persona de Domingo F.
Sarmiento. Y lo hizo de una forma bastante reñida con la buena
educación, que es de esperar en estos casos, sobretodo para salvaguardar
las apariencias que el ejercicio de la función merece. Porque hablar en
términos de "hijo de puta", acerca de un controvertido personaje
histórico del hermano país, no contribuye seguramente en forma positiva,
a las relaciones bilaterales. Dejamos constancia asimismo, que
coincidimos en todo lo expresado por el Ministro, menos claro está en
las formas que lo hizo. Nosotros ya hemos comentado el hecho en su
oportunidad y no creemos oportuno caer en consideraciones a esta altura,
innecesarias. También entendemos que a veces los hombres, aún animados
de los mejores propósitos, caemos en situaciones en donde la pasión del
tema en cuestión, nos lleva a caer en algunos exabruptos involuntarios.
Quisimos - también porqué nó - otorgarle el beneficio de la duda acerca
de sus intenciones, dado que al no haber estado presente en ese acto,
tampoco sabemos en que circunstancias surge la figura de Sarmiento.
Cuando
dimos por zanjado el asunto, hoy nos enteramos con cierta preocupación,
que en otro acto de su grupo político hace 2 días, el Ministro de
Defensa vuelve a reiterar los mismos conceptos y emplear las mismas
diatribas. Entonces deberemos reconocer que estábamos equivocados en
nuestros juicios, tratando de buscar una explicación. Porque si se
trataran de cursos de historia, destinados a ilustrar a la militancia,
tampoco entendemos la necesidad del agravio. No tendrán más fuerza sus
puntos de vista ni cambiará demasiado la opinión de la gente, por decir
nuevamente que fue "un hijo de puta". Tampoco tenemos conocimiento, si
don Eleuterio aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a sus
muchachos uniformados, hacerles ver - a la vista de aquellos trágicos
sucesos que nos narra - que quienes alienten o lleven a cabo crímenes
contra sus propios hermanos, serán condenados por la historia como en el
caso Sarmiento, ya que los Pueblos no olvidan. QUE HAY DETRAS DE TODO
ESTO SR. MINISTRO? porque el hombre común de la calle no entiende como
en actos políticos, que bien tendrían que abordar los temas que
preocupan a los uruguayos, Ud. insista con Sarmiento de un modo que ya
tiene aspectos de fijación, de una obsesión que de persistir tendrá que
tratarla con la seriedad que el caso requiere.
Sobretodo cuando Ud. sabe
que del otro lado del Plata, viven miles de uruguayos que gozando de
las facilidades otorgadas por el gobierno argentino, han cruzado para
votar, tal vez por la misma coalición que lo llevó a Ud. a ocupar el
cargo que hoy desempeña. A qué vienen entonces estos juicios históricos
que más parecen provocaciones, no le alcanzó con el triste episodio
protagonizado por su candidato a la presidencia, cuando declaró que no
dudaría en pedir ayuda imperialista para atacar al país vecino? Cree Ud.
que de este modo estará haciendo un gran aporte para curar aquellas
heridas? Yo sospecho - pues no he notado reacción alguna del Ministro de
Relaciones - que estas cosas no obedecen al orden de las casualidades.
Los hechos me llevan a pensar que este hombre, quiere hacerle saber a
sus nuevos amigos, que si alguna misión futura requiere de la falta de
escrúpulos, pueden contar con él. Pero hay algo más grave aún: este
hombre no le hace ningún favor , los miles de uruguayos que encontraron
un lugar en el país vecino. Cómo serán mirados por el Pueblo
argentino,el día que hagan algún acto de apoyo a un Partido, cuyo
candidato no hubiera dudado en atacarlos, cuando un Ministro de Defensa
ofende una y otra vez a un personaje histórico como Sarmiento? Más allá
de cualquier acto revisionista, será el Pueblo argentino y no nosotros
quien corresponda juzgarlo. Mejor que el Ministro se ocupara de alguno
de nuestros próceres, que llegó mucho más lejos que Sarmiento y
exterminó a nuestros hermanos charrúas.
Alguien dijo una vez en tono
de ironía, que Pacheco Areco fue el mayor reclutador de Tupamaros, con
su prepotencia, sus clausuras, sus medidas de seguridad y sus registros
domiciliarios, con su autoritarismo. Hoy podríamos afirmar sin temor a
equivocarnos, que MUJICA y FERNANDEZ HUIDOBRO trabajan para la derecha
que dicen combatir. Si los candidatos de los Partidos tradicionales
fueran un poco inteligentes, los dejarían hablar, no gastarían un sólo
peso en propaganda, ni convocarían a acto alguno. Porque además de
contraproducente, implicaría un gasto innecesario que bien podría ser
destinado a reparar el techo de alguna escuela, que amenaza con
derrumbe. Por todo ello, si el Frente Amplio pierde la elección, no
busquen responsables entre los profesores o maestros, entre "radicales" o
empleados municipales por un poco más de basura, a la yá acumulada
durante tanto tiempo y no solamente en las calles. LOS TIENEN EN SUS
PROPIAS FILAS, UNO COMO PRESIDENTE Y EL OTRO COMO MINISTRO DE DEFENSA. Y
DE AHÍ PARA ABAJO, LA LISTA ES INTERMINABLE.