martes, 2 de octubre de 2018

Cuando la limosna es grande




por Hugo Bruschi


 Bueno, en estos casos se suele decir que "hasta el Santo desconfía" y hace bien de desconfiar. No desconfiaría Ud. amigo celeste, de todas estas condecoraciones que estamos recibiendo ultimamente? HÉROE DE LA SALUD, POETA DE LA POLÍTICA, MINISTRO DE FINANZAS DE AMÉRICA, ETC. Por favor! que está pasando? Una de las teorías es que estamos haciendo muy bien los deberes, sobre todo los que nos encargan las grandes corporaciones, el Banco Mundial y el Fondo Monetario del que forma parte nuestro Presidente en forma de asesor. Y estas andanadas de elogios, llegan siempre en los momentos más críticos de la administración progresista, momentos que por otra parte y a fuerza de ser realistas, ya resultan crónicos. Ya mucho antes, nos habían ubicado en lugar de privilegio en el ranking del cumplimiento, no con la gente, no con los más necesitados, sino con nuestros prestamistas. Nos presentaban como un país confiable a la hora de invertir, una suerte de Estación de Servicio, cargue y siga de viaje. Hasta elogiaban el aire que respiramos, mucho mejor que el aire de los Buenos Aires. Seguramente las pruebas de pureza las realizaron lejos de la Rambla, allí donde se fuman la vida, miles de jóvenes alentados por la legalidad del producto. Gracias poeta de la política, toda una generación de gente a la orilla del camino, te juzgará dentro de algunos años.

Una empresa canadiense que se dedica al Cannabis, acaba de ofrecerle trabajo a la gente de Juan Lacaze. Trabajo de plantadores, claro está. Allí donde antes habían textiles, ahora tendremos marihuana que cuidar si no queremos pasar hambre.

Entonces uno se pregunta mil veces, cómo no te van a elogiar, cómo no te van a condecorar, si este es un paraiso para el inversor que hace aquí, lo que le prohiben allá. Porqué creen Uds. que UPM ha elegido el 3er. Mundo para sus plantas de celulosa? Porque aquí pueden contaminar y además evadir impuestos. Y si a esto le agregamos que el mismo Presidente va hasta allí a implorar que vengan a instalarse, no hay forma de equivocarse.

Aquí y no en otro lado, está la explicación a tantos elogios, a tantas frases edulcoradas, a tantos premios. Cuando uno ve a EVO MORALES en la ONU defendiendo la dignidad de su pueblo y la de latinoamérica, entiende porqué siendo un presidente atípico por su color y su raza, además de su pobreza, jamás haya recibido los elogios que recibe algún personaje, que se ha convertido en vedettte del mundo del espectáculo.

Mucha gente y lo vemos a diario en las redes sociales, aplaude estas condecoraciones y hasta acusan de envidiosos a quienes critican las mismas. Lo más lamentable, que además revela la famosa trampa electoral, es que el voto de ellos vale lo mismo que el suyo.