por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.
No estamos ante una
situación envidiable precisamente. Como consuelo queremos pensar en
algún vecino, que nos alcance un cebadura, pero cuando se pierde la fé,
quíen te la puede prestar, quien te puede ayudar a encontrarla? Muchas
veces pasa que por no estar bien arraigada, por estar prendida con
alfileres, resulta fácil perderla. De todos modos nadie podrá negar, que
nos encontramos frente a una tragedia, que sólo podrán calibrar
aquellos que la perdieron. Sin embargo en aquellas épocas en que ya
Discépolo constataba estos estados espirituales, en el Paseo Colón
existía una Vieja almacén, donde solían encontrarse todos aquellos que
habían perdido ese tesoro. No sabemos aún si esa almacén vendía algún
producto que ayudaba en su búsqueda o si en esa suerte de terapia
colectiva, cada cual se contaba sus historias y a la postre encontraban
consuelo. "Mal de muchos, consuelo de tontos" decía mi tía, pero en
estos casos encontrarse con sus iguales, pueden reportar algunos
beneficios. Por ejemplo convencerse que todos los que aún creen en algo,
están anclados en el pasado. Es el relato de José Ingenieros,
describiendo al áquila que vuela indiferente y el gallinero de vuelo
corto que se alborota sólo de escuchar el aleteo majestuoso. Y pobre de
aquellos que no transiten los caminos de la resignación!! La onda viene
por otro lado y no hay lugar para sueños y utopías. Somos realistas.
Yo
creo que en este país en donde cada cual tiene su librito, hay uno por
escribirse: EL MANUAL DEL RESIGNADO. Y alguien tendrá que hacerlo,
sobretodo para que los jóvenes puedan identificar a lo que como en el
tango, han perdido la fé y puedan salirle al paso a algunas afirmaciones
falsas, presentadas desde la "sabiduría". Cuando a Ud. jóven uruguayo
le digan: "esto es lo que hay", dígales que sí, que es lo que hay que
cambiar. Cuando Ud. compañero joven escuche algún discurso
grandilocuente, en boca de un referente guerrillero y su famosa frase:
"quisimos cambiar el mundo y nos quedamos sin pólvora", dígale que es
falso. Que son mentiras destinadas a presentar un sueño realizable, como
algo imposible. Para hacerlo a Ud. joven que piensa y observa como este
país no tiene futuro para Ud., en un cómplice de la resignación, que
renuncia a los sueños y lo invita a drogarse en lugar de luchar por sus
derechos y el de sus hermanos. Dígale a ese farsante que los que
murieron querían cambiar el lugar en que nacieron, en este caso el
Uruguay y si esa lucha sirviera como ejemplo para que otros Pueblos la
emprendieran, mejor. Y si esa experiencia se multiplicaba a lo largo y
ancho del continente, mejor aún. Pero que no presente proyectos
gigantescos no alcanzables en el corto plazo, para justificar su
traición a la causa y presentarse como el coherente filósofo que conoce
el camino que más nos conviene. Y cuando Ud. joven oriental, observe
algunas escenas de circo en algún acto de corte político, en donde los
"enemigos se abrazan por el bien de la Patria", y escuche a una mujer de
pasado insurgente decir "esta es la idiosincracia de nuestro Pais",
pregúntele cuando lo descubrió. Y también preguntele que mierda estaba
haciendo entre los Tupamaros, quien la impulsó a jugar a las
revoluciones.
El realismo argumentado por la resignación, está
cimentado sobre una premisa falsa, pues quien no cree en algo aunque
cueste, es un muerto en vida, quien no entienda que " la lucha es cruel y
es mucha" es un cortoplacista que perdida la primer batalla, ya se
siente derrotado y dispuesto a aceptar las reglas impuestas por el
ganador temporal de la contienda. Y contribuyen con su "realismo" a
fortalecer al sistema que dijeron combatir.
En mayor o menor medida,
todos aquellos que protagonizaron hechos que obligaron al sistema a
sacarse el antifaz, proceden de la pequeña burguesía. Un sector
vacilante que oscila y cuando ve truncadas sus posibilidades de avanzar
en el escalafón, puede llegar con su sacrificio a escribir las páginas
más gloriosas ,que registre la historia de los Pueblos. Pero nunca
olvidemos que se trata de un sector que apuesta a ganar en forma rápida,
tal cual lo hacen muchos comprando acciones. Si me va mal en esta
empresa, traslado las mismas para esta otra. Las cosas no siempre salen
como las pensamos y esa pequeña burguesía sabe acomodar el cuerpo y
adaptarse a la realidad. Por lo que siempre serán las ideas lo más
importante de un proceso, los hombres que las lleven adelante van y
vienen, mientras ellas permanecen como testigos mudos, que observan
quienes luchaban verdaderamente para plasmarlas en realidad. Y esos
jóvenes que despiertan a la vida diaria, no querrán sentir en el futuro
"la verguenza de haber sido y el dolor de ya no ser". Como dijo un Amigo
mío: Nos podremos equivocar una y mil veces, en el sano intento de una
vida en dignidad, podremos caer y volver a levantarnos, pero aplaudir
hoy lo que ayer nos pareció motivo suficiente para luchar, significaría
volver a matar a nuestros compañeros caidos en la lucha. Lumumba decía
que restar es resignarse..........y nosotros agregaríamos NI HABLAR!!