martes, 15 de abril de 2014

Ni fé ni yerba de ayer.....

por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.

No estamos ante una situación envidiable precisamente. Como consuelo queremos pensar en algún vecino, que nos alcance un cebadura, pero cuando se pierde la fé, quíen te la puede prestar, quien te puede ayudar a encontrarla? Muchas veces pasa que por no estar bien arraigada, por estar prendida con alfileres, resulta fácil perderla. De todos modos nadie podrá negar, que nos encontramos frente a una tragedia, que sólo podrán calibrar aquellos que la perdieron. Sin embargo en aquellas épocas en que ya Discépolo constataba estos estados espirituales, en el Paseo Colón existía una Vieja almacén, donde solían encontrarse todos aquellos que habían perdido ese tesoro. No sabemos aún si esa almacén vendía algún producto que ayudaba en su búsqueda o si en esa suerte de terapia colectiva, cada cual se contaba sus historias y a la postre encontraban consuelo. "Mal de muchos, consuelo de tontos" decía mi tía, pero en estos casos encontrarse con sus iguales, pueden reportar algunos beneficios. Por ejemplo convencerse que todos los que aún creen en algo, están anclados en el pasado. Es el relato de José Ingenieros, describiendo al áquila que vuela indiferente y el gallinero de vuelo corto que se alborota sólo de escuchar el aleteo majestuoso. Y pobre de aquellos que no transiten los caminos de la resignación!! La onda viene por otro lado y no hay lugar para sueños y utopías. Somos realistas.

Yo creo que en este país en donde cada cual tiene su librito, hay uno por escribirse: EL MANUAL DEL RESIGNADO. Y alguien tendrá que hacerlo, sobretodo para que los jóvenes puedan identificar a lo que como en el tango, han perdido la fé y puedan salirle al paso a algunas afirmaciones falsas, presentadas desde la "sabiduría". Cuando a Ud. jóven uruguayo le digan: "esto es lo que hay", dígales que sí, que es lo que hay que cambiar. Cuando Ud. compañero joven escuche algún discurso grandilocuente, en boca de un referente guerrillero y su famosa frase: "quisimos cambiar el mundo y nos quedamos sin pólvora", dígale que es falso. Que son mentiras destinadas a presentar un sueño realizable, como algo imposible. Para hacerlo a Ud. joven que piensa y observa como este país no tiene futuro para Ud., en un cómplice de la resignación,  que renuncia a los sueños y lo invita a drogarse en lugar de luchar por sus derechos y el de sus hermanos. Dígale a ese farsante que los que murieron querían cambiar el lugar en que nacieron, en este caso el Uruguay y si esa lucha sirviera como ejemplo para que otros Pueblos la emprendieran, mejor. Y si esa experiencia se multiplicaba a lo largo y ancho del continente, mejor aún. Pero que no presente proyectos gigantescos  no alcanzables en el corto plazo, para justificar su traición a la causa y presentarse como el coherente filósofo que conoce el camino que más nos conviene. Y cuando Ud. joven oriental, observe algunas escenas de circo en algún acto de corte político, en donde los "enemigos se abrazan por el bien de la Patria", y escuche a una mujer de pasado insurgente decir "esta es la idiosincracia de nuestro Pais", pregúntele cuando lo descubrió. Y también preguntele que mierda estaba haciendo entre los Tupamaros, quien la impulsó a jugar a las revoluciones.

El realismo argumentado por la resignación, está cimentado sobre una premisa falsa, pues quien no cree en algo aunque cueste, es un muerto en vida, quien no entienda que " la lucha es cruel y es mucha" es un cortoplacista que perdida la primer batalla, ya se siente derrotado y dispuesto a aceptar las reglas impuestas por el ganador temporal de la contienda. Y contribuyen  con su "realismo" a fortalecer al sistema que dijeron combatir.

En mayor o menor medida, todos aquellos que protagonizaron hechos que obligaron al sistema a sacarse el antifaz, proceden de la pequeña burguesía. Un sector vacilante que oscila y cuando ve truncadas sus posibilidades de avanzar en el escalafón, puede llegar con su sacrificio  a escribir las páginas más gloriosas ,que registre la historia de los Pueblos. Pero nunca olvidemos que se trata de un sector que apuesta a ganar en forma rápida, tal cual lo hacen muchos comprando acciones. Si me va mal en esta empresa, traslado las mismas para esta otra. Las cosas no siempre salen como las pensamos y esa pequeña burguesía sabe acomodar el cuerpo y adaptarse a la realidad. Por lo que siempre serán las ideas lo más importante de un proceso, los hombres que las lleven adelante van y vienen, mientras ellas permanecen como testigos mudos, que observan quienes luchaban verdaderamente para plasmarlas en realidad. Y esos jóvenes que despiertan a la vida diaria, no querrán sentir en el futuro "la verguenza de haber sido y el dolor de ya no ser". Como dijo un Amigo mío: Nos podremos equivocar una y mil veces, en el sano intento de una vida en dignidad, podremos caer y volver a levantarnos, pero aplaudir hoy lo que ayer nos pareció motivo suficiente para luchar, significaría volver a matar a nuestros compañeros caidos en la lucha. Lumumba decía que restar es resignarse..........y nosotros agregaríamos NI HABLAR!!