domingo, 6 de abril de 2014

Espectáculo digno de mejores causas...

por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.


 Cierta vez hace muchos años, tal vez sería por el 71, nos encontrábamos con un compañero de trabajo, amigo por demás, en un boliche. Desde la ventana del mismo ubicado por entonces en la calle Rio Branco y San José, observábamos a un animador o locutor, contagiando con ánimo al reducido público que había llegado hasta las puertas del local partidario, del "baluarte" como se acostumbraba decir. Venían a escuchar la palabra del candidato Colorado de la lista 15. " y aquí llega otro contingente humano con sus banderas" repetía una y otra vez a medida que se acercaban, el animador de la cita cívica. Al mismo tiempo y haciendo cálculos con mi Amigo de la concurrencia, pudimos observar de puro curiosos, como al rato de haber llegado el contingtente, se dispersaban discretamente de a uno, para volver a concentrarse en Julio Herrera y San José una cuadra más adelante. Desde allí bajaban hasta Soriano y por ésta hasta Río Branco nuevamente, desde donde emprendían nuevamente su marcha con gritos y banderas en dirección al acto. Se trataba de gente alquilada por algún caudillito de barrio o simplemente arriada con promesas de empleo, tarjetas de pobre, jubilaciones o teléfonos, etc. Y estas modalidades, guardan similitud con un oficio muy viejo, cuyos antecedentes ya podemos encontrar en el Arte Egipcio, en donde se encuentran muestras del mismo.: El oficio de lloronas o plañideras para ser más exactos. Y este oficio aún es fuente de ingresos para mucha gente, en paises tan distantes entre sí, como Taiwan o México, por citar algunos. Cuando se trata de dotar al velorio, de un barniz que guarde relación con el dolor de la pérdida, un lugar de privilegio en la tabla del sufrimiento, sobretodo en aquellas ceremonias en donde el muerto no generaba demasiadas simpatías. Y aquellas lloronas de la antiguedad, eran portadoras de unos vasos que llevaban en sus manos, para depósito de las lágrimas, que luego serían guardadas en la urna junto a las cenizas del fallecido, como testimonio del sufrimiento que ocasionó la pérdida. Estos espectáculos animaban ciertos velorios aburridos y eran comunes entre la gente adinerada, dado que al no contar con un velorio de lágrimas sinceras, se debía apelar a estos sucedáneos. Las empresas fúnebres de algunos paises, aún se encargan de estos detalles, para dotar al velorio del marco imprescindible en estas ocasiones.

Días atrás, 2 figuras conocidas del escenario político uruguayo, uno como ex-ministro y el otro como presidente del Banco de la República, fueron procesados sin prisión. Instantáneamente la coalición a que pertenecen estos hombres, organizó una suerte de apoyo y surgieron no se sáben de donde, "contingentes humanos" que con bandera en mano, les testimoniaron su apoyo y hasta los aplaudían. No sabemos si alguno fue más allá en su congoja y derramó alguna lágrima. Pero lo cierto es, que este comportamiento más allá de si los" Muertos" - políticos en este caso - tuvieran razón o nó, nos recuerda a otros rituales que señalabamos más arriba. Y así mismo creemos, que esta nueva modalidad que se ha instalado en el País, es muy pero muy peligrosa. Se le están enviando señales a la ciudadanía, de 2 Justicias. Una que es buena y cuya sentencia no merece objección alguna. La otra que según ellos "acataremos", pero cuyos fallos dejan mucho que desear. Pero más grave aún, cuando estas aseveraciones se hacen desde el mismo gobierno. Y estas prácticas ya fueron inauguradas tiempo atrás, cuando uno de estos hombres pasó a ser indagado. El Sr. Lorenzo recibió toda una caravana de gente, en su casa del balneario Araminda, que llegaron hasta allí a testimoniarle su apoyo irrestricto. Y estas mismas adhesiones se repiten ahora en la puerta del Juzgado y hasta en la misma Jefatura. Cuando inauguramos esta página llamada "la vidriera irrespetuosa",fuimos puntuales en poner de manifiesto, que no sería una ventana abierta al agravio o la diatriba, como tampoco lo son las vías amigas que publican estos comentarios. Por tanto en este caso no seremos nosotros, quien ponga en tela de juicio la probidad de estos acusados y procesados. No intentaremos llegar hasta donde la Justicia no intentó, por considerarlo innecesario. PERO AQUI HUBO UN DELITO Y FUE EL DE ABUSO DE FUNCIONES, según el dictámen de la Juez. Delito previsto para poner freno precisamente, a ciertos manejos de quienes ejercen la función pública. Y este abuso de funciones le costó al país, millones de dólares. Cómo se pueden entonces, organizar marchas de apoyo, como se puede convocar gente bandera en mano, para aplaudir estas pérdidas para el País? Es realmente asombroso, porque si aquí no hubo dolo, si aquí nadie se metió un peso en el bolsillo -que parece ser el argumento-,por lo menos deberemos admitir que estamos en presencia de 2 incompetentes que le ocasionaron pérdidas millonarias al Estado. A QUE ESTAMOS JUGANDO? Nunca vimos a esa gente en la Puerta de los Juzgados, cuando 5 uruguayos indignados como miles y miles de ciudadanos, fueron acusados de "asonada", por haber protestado en voz alta, el traslado de una jueza que tenía en sus manos DELITOS DE LESA HUMANIDAD, COMO AUN LE LLAMAN EN EL RESTO DEL MUNDO. Y curiosamente esa acusación por parte de la Justicia, pareció ser buena, dado que nadie llegó hasta allí con esas banderas, a testimoniarle su apoyo a esos 5 uruguayos.

Cuando entenderán esas voluntades llamadas a animar este espectáculo, que están apoyando a quienes por su incompetencia o negligencia, le ocasionaron al país pérdidas que todos deberemos pagar? Las lloronas profesionales por lo menos cobran por sus lágrimas, espero que en el futuro no vayan gratis y con el agravante que terminarán pagando millones que desaparecieron y que bien pudieron ser usados para renovar escuelas en peligro de derrumbe, hospitales en ruina,fiesta de las ratas en los días de lluvia intensa, que desborda las cloacas, asentamientos y cantegriles que bien pudieron tener un techo - sino de lujo - por lo menos sin agugeros donde se cuela el agua y el frío. Por ello confío, que cuando vuelvan a ser convocados con sus banderas a "respaldar al compañero caido en cumplimiento del deber" -como le llaman- pregunten por lo menos cuanto pagan por lágrima o por grito de apoyo, porque en este mundo que vivimos desde los velorios a los cumpleaños de niños, la animación cuesta dinero. En un país en donde tanta gente va quedando al margen del camino, con tanto desocupado y postergado a su suerte, no puede ser difícil encontrar lágrimas y gritos de alquiler. Además, ya están acostumbrados.......