Esta historia que sigue a continuación, me fue contada por uno de sus
protagonistas. Me pareció oportuno darle forma, aunque como todos
sabemos resulta imposible relatar con exactitud detalles que
desconocemos, y es allí donde debemos apelar un poco a la imaginación,
para acercarnos a un escenario posible. De todos modos el núcleo central
que es en definitiva el que origina este relato es exacto, por lo menos
como nos lo han contado. Hecha esta aclaración, queremos advertir a
nuestros lectores que cualquier similitud con otros hechos, es pura
coincidencia. Cada historia es única.
Se está viviendo una etapa de
deterioro moral, en el ejercicio de la función pública, que han llevado a
mucha gente a perder credibilidad en quienes hasta ayer merecieron su
apoyo. La deserción es cada vez mayor y el caos parece haberse instalado
para siempre en las fuerzas que nos prometieron un cambio de conductas,
en las formas de servir a la comunidad, en donde la transparencia en la
gestión, sería cuestión de vida o muerte. Las esperanzas de un país sin
políticos corruptos, parecen haberse esfumado y de ahí el desaliento
creciente. Por todo ello, esta historia con ser puntual, será también
una de las tantas que van surgiendo a diario, como testimonio de la
crisis moral que atraviesa el país. Ya no alcanza con decir "que no se
sabe porqué se está procesado", "que aquí no hubo dolo, pues nadie metió
la mano en la lata", etc. Ya son muchos los casos, y la gente ha
comenzado a golpear donde más duele a los políticos: en los votos.
Descontrolado,
casi fuera de sí, el diputado que de otro modo es conocido por sus
buenos modales, irrumpe en su domicilio vociferando algunas obscenidades
que despertaron la inquietud de su esposa. "Cuida el lenguaje que la
nena está en la cocina" le dijo en tono serio. Sin importarle demasiado
la advertencia, siguió gritando y dando golpes en las paredes. "Estos
hijos de puta me la van a pagar"....La esposa a esta altura alarmada, se
muestra dispuesta a exigirle una explicación ante tanta agresividad.
"Me podes decir que te pasa por favor?".... "Qué me pasa preguntas?
Estos estan de ligeros y se creen más vivos que los demás". Según se
pudo saber, le habían cerrado el comité, pues el dueño del local "se
cansó de esperar", como se supo más tarde. Le habían prometido un empleo
para el hijo en el Palacio. Entre vino y vino en el boliche del barrio,
habría comentado que "me cansé de ser otario, aquí todos hacen la de
ellos y a mí me vienen con filos de compañero aquí y compañero acá". El
ahora veterano, siempre había sido solidario e incluso levantó con
bloques ese local que funcionaba como comité y nunca quiso un peso. Pero
que nadie se confunda, porque el viejo fuma abajo del agua....... y
además había visto muchas cosas. Ahora prestaría el local a aquel
Partido que le consiga un empleo al hijo. Se supo además que no votaría
por nadie, pero eso de "que cambió de bando" lo largaron para
enchastrarlo. Entre tantas cosas que vió, figuraban "acomodos,
palanqueos de amigotes y otras jodas más" como contó en el boliche.
A
esta altura, el diputado seguía maldiciendo a quienes según él, lo
habían traicionado. "Que nunca más vengan a golpear esta puerta pidiendo
favores".... La situación no era fácil, dado que a poco de
confeccionarse las listas al Parlamento, él no tendría mucho para
mostrar: el comité del barrio le daba la espalda. "Te das cuenta querida
que quedamos en bola?" le comentaba a su esposa. "Bueno, no te pongas
así" le consolaba.."ya conseguiremos otro local y lo pagaremos de
nuestro bolsillo, lo tomaremos como una inversión". El problema era que
nadie quería alquilar locales por poco tiempo, y el diputado no estaba
dispuesto a pagar un sólo día, más allá de la elección. "No has hablado
con el resto de la gente?" le preguntaba - a esta altura un poco
angustiada - su esposa. " Se borraron todos y según pude saber, muchos
de ellos piensan votar en blanco o anulado como andan proponiendo esos
radicales de mierda" O sea que la idea de abrir un propio comité pagado
de su bolsillo, tampoco sería demasiado afortunada. "Esto pinta muy mal"
le comentaba a su esposa bastante consternada por lo hechos. Cuántas
veces no se levantó de la cama, para atender a la gente, a algún
compañero que reclamaba un favor? Cuántas jubilaciones y pensiones de
dudosa legitimidad, no tuvo que palanquear? Cuántas "gauchadas" de
diversa índole no estuvo dispuesto a hacer? Y ahora le pagaban con una
patada en el culo. " Mirá mi amor, tú tanteá como viene la mano con las
listas al Parlamento y si olfateas que no hay nada seguro, hablá con
Larrañaga o con Pedro. Después de todo, no serás ni el primero ni el
último en cambiar de Partido. Muchos antes que tú, saltaron de aquí para
allá y lo seguirán haciendo. Y la lista es larga..." El diputado
siempre valoró sus consejos, su rapidez mental a la hora de las
decisiones... "No lo había pensado mi amor...pero te sobra la razón. En
este país de gil no se muere nadie y nosotros no seremos la excepción".
Al día de hoy no sabemos como le fue con las listas, aunque seguramente
todos aunque no lo digan saben más o menos como viene la cosa. Tampoco
sabemos si tomó contacto con Larrañaga o con Pedro. Por lo que nuestra
historia no tiene mucho más que agregar.