por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad.
En nota
anterior,ya hacíamos referencia a la designación de Luis Almagro a la
Secretaría General de la OEA. Para muchos uruguayos resultará tal vez,
motivo de orgullo al ver como un pais pequeño, logró el apoyo de los
EEUU. Después de dicho respaldo, la designación sólo fue cuestión de
trámite protocolar. Para otros tantos uruguayos, tendría que ser - por
lo menos- motivo de sospecha.
La Vidriera desconoce la lista de
méritos en las relaciones con los EEUU, que llevaron a este país a
propagandearlo como el candidato más acertado para el cargo. Aunque
sospechamos que entre sus "méritos", figura su decidido rechazo al
ingreso de Venezuela al MERCOSUR. Posición ésta que compartió con Mujica
y con Astori y que tuvo que ser revocada a último momento, dada las
presiones de Argentina y Brasil en favor de dicha integración. De otro
modo no se entiende, como Mujica tuvo que dar marcha atrás de forma tan
repentina y terminar votando contra su voluntad.
Este mismo hombre,
hoy declara que buscará un acercamiento en Venezuela. De qué
acercamiento está hablando, de quien se distanció el gobierno
Venezolano? Pretenderá buscar un acercamiento con quienes están
decididos a traicionar su Patria?
Luis Almagro es para los EEUU, lo
que Luis Suárez lo es para el Barcelona: UNA INVERSIÓN que Luis Suárez
pagará con goles, y Luis Almagro con favores. El inversor exige
resultados. Esta es la pura verdad de toda esta historia. Desde el
momento que los EEUU lo designaron para el cargo, pasó a ser su
funcionario, por más que intenten desimularlo. Hoy por tí, mañana por
mí. Y en tal sentido la tarea de Almagro en la OEA, será seguir la
voluntad de quienes lo patrocinaron, voluntad ésta que está muy lejos de
acercamientos, en el país que pretenden desestabilizar para lograr un
Golpe de Estado. Si algún acercamiento figura entre sus planes, es al de
los pozos petroleros. No en vano, paises como Panamá exigen una
actuación "neutral e imparcial" de parte de Almagro. Qué sospechan, que
insinúan? O el mismo representante de Ecuador cuando dice que no hay
mucho que esperar de un organismo,en donde se han sentado representantes
de dictaduras, sin que a nadie se le haya movido un pelo.
Luis
Almagro y sus Amigos sólo cambiarán de opinión, el día que perciban como
la OEA va perdiendo crédito. Y esto pasará cuando los demás paises
vayan eligiendo entre soberanía y dependencia, entre dignidad o
sumisión.