domingo, 29 de marzo de 2015

La herencia maldita!


por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad.

Èste sin lugar a dudas, tiene que haber sido el mayor éxito alcanzado por la industria del verso. A pesar que carece de letra y música, esta milonga está en boca de todo el mundo, cada vez que asume un nuevo gobierno y por su culpa, nos hace saber que las promesas no podrán ser cumplidas. Una suerte de maldición que condena al fracaso, las mejores intenciones.

Bueno, esa es la idea que el mundo político ha implantado en la cabeza de la gente. No existen causas, no se registran errores, no se cuestionan rumbos económicos y mucho menos al sistema, que nos castiga a vivir endeudados. Luego viene el otro gobierno, y en lugar de rectificar aquellos rumbos, en lugar de intentar otras salidas, se afilia con garra y corazón a la vieja y conocida política celeste. Y estos versos han dado muy buenos resultados en materia de simpatías y hasta de condescendencia con el nuevo gobierno: "se encontraron con un desastre" comenta alguna gente angustiada. Y esto funcionaba muy bien cuando se trataba de Blancos y Colorados que vestían camisetas diferentes, pero que se unían como corresponde, en el seleccionado de las ganancias y los beneficios. Aquellas "diferencias insalvables" se diluían, para confundirse un abrazo patriótico.

Pero que pasa cuando por ejemplo, la herencia maldita es heredada por el mismo Partido? Cuando un Presidente con el mismo equipo económico que generó esa herencia, asume y se encuentra con la maldición? Que hace, acaso sustituirlo por otro equipo más confiable? Qué diría un analista extranjero al observar la realidad uruguaya y contemplar que estas cosas pasan sin que el Pueblo reaccione? Como puede un ex-presidente decir que le ocultaron información y como puede el nuevo presidente confiar en esa gente? Bueno, la respuesta seguramente la encontraremos en los bolsillos. Mientras tanto queremos seguir creyendo que la Herencia Maldita es para los uruguayos, algo así como el Fantasma de Maracaná para los brasileños........está allí como una amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas y nada podemos hacer.