por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad
Inaugurando este
ciclo al que denominaremos "El mensaje de los sueños", hoy queremos
acercarles a nuestros Amigos, un relato llegado hasta La Vidriera por
uno de nuestros seguidores, quien por otra parte se identifica con el
seudónimo de Coyote. Dicho trabajo está basado en un sueño confesado por
un amigo, que más que sueño es pesadilla y por tanto así ha decidido
titularlo. No queremos terminar esta presentación sin antes invitar a
todos nuestros Amigos, a hacernos llegar sus experiencias en la materia.
ESAS PESADILLAS........
Casi
sin aire, con la respiración cortada, después de haber corrido tantas
cuadras para llegar a su hogar lo antes posible, el hombre entró
gritando: prendan la tele, prendan la tele!! Qué pasa? pregunta alarmada
su mujer........Prohibieron el fútbol y el carnaval! Pero que estás
diciendo, ya comenzaste a tomar de nuevo? Escuchá las noticias, le
replica el marido. Al rato el informativo confirmaba aquella noticia que
sublevó al Pueblo uruguayo.
El vecindario salió de sus casas, para
comenta aquél decreto que ponía en juego la estabilidad social del país.
Esto es obra de locos, gritaba un hombre entre la multitud que se había
congregado en la vereda. Hay gente que padece de una mala formación,
pues nacieron con el cerebro conectado al intestino grueso, por lo que a
veces es más prudente que no piensen y de ese modo nos evitamos las
consecuencias y los olores, comentó un intelectual del barrio, amante
del fútbol y del carnaval, ni que decir.
La gente no daba crédito a
lo que la TV una y otra vez, informaba con voz grave e imágenes tristes,
de tablados sin murgas y estadios vacios.
La disolución de las
Camaras ante un eventual Golpe de Estado, no hubieran provocado esta
conmoción. Después de todo para la gran mayoría, nada habría de cambiar.
Y salvo aquellos que tienen un conocido en el Parlamento, el resto no
saben quienes son ni para que están sentados ahí, a pesar de haberlos
votado. Pero el Fútbol y el Carnaval es otra cosa, tienen olor a Pueblo y
con estas cosas no se juega.
En el boliche de la esquina, de aquél
barrio convulsionado por la noticia, se agrupaban algunos parroquianos
para escuchar al Toto, leyendo un comunicado clandestino encontrado en
el baño. El mismo que no tenía autoría, llamaba a organizarse y esperar
el segundo comunicado. También la Central de Trabajadores emitió un
mensaje llamando a la cordura, recomendando a todos aquellos que se
habían alejado de sus casas, regresar en forma disciplinada sin dejarse
tentar por las "provocaciones". Ya se estarían realizando contactos con
algunos sectores de las FFAA que no veían con buenos ojos estas medidas
extremas, estos decretos que prohibían la alegría. Mientras tanto iban
siendo allanados y clausurados los locales de ensayo, el Teatro de
Verano, los tablados de barrio, los clubes que organizan veladas
carnavalescas. También los clubes de fútbol y sus respectivas sedes
habían sido allanados, y sus ficheros de socios confiscados. Por lo que
suponemos que aquellos que antes estuvieron afiliados, podrían ser
objeto de represalias. "Vieja, tengo que pasar a la clande" le confesó
con tristeza don Sebastian a su mujer. Y adónde vas a ir? No te lo puedo
decir, cuanto menos sepas, menos tendrás para contar cuando te
torturen, fue la respuesta de Don Sebastian.
A esta altura ya los
Partidos políticos, habían concertado una entrevista con el Presidente.
Nadie entendía el porqué del decreto. No eran acaso el fútbol y el
carnaval, los más fieles seguidores de la fiesta democrática? Resultaba
acaso una casualidad que dentro de los Partidos, militen ciudadanos
vinculados al fútbol o el carnaval? Qué dirá el Paco, que dirá el
Cachete? No hubo acaso una murga que equiparó al Presidente con Artigas y
Batlle y Ordóñez, entonces a qué viene todo esto?
Desoyendo las
recomendaciones de la Central Obrera, la gente se lanzó a las calles con
carteles y gritando consignas. Y la marcha se iba extendiendo a medida
que avanzaban. Vendedores ambulantes, heladeros, choriceros, carritos de
torta fritas y panchos, iban engrosando las filas del descontento. A
esta altura ya era un secreto a voces, la salud mental del Presidente.
Ciertos desórdenes intelectuales, sumados a evidentes signos de
sufrimiento cerebral, serían la causa inequívoca de estas decisiones,
que ya adquirían matices de tragedia nacional.
Un nuevo comunicado
clandestino, esta vez firmado por las denominadas "Brigadas de Momo",
había sido dejado deliberadamente en el baño del boliche y el Toto, ya
baqueano en estos menesteres le dió lectura: Se exhortaba a la Huelga
General, con ocupación de los lugares de trabajo hasta tanto no se dé
marcha atrás con las medidas antipopulares.
A esta altura de las
cosas y ante la inquietud de la Central, se esperaba de un momento a
otro, el uso de la Cadena Nacional en donde seguramente el Presidente
daría a conocer sus puntos de vista y los porqué de tan drásticas
medidas.
"Estas medidas obedecen a la necesidad de gastar menos, de
ahorrar en cuestiones menores, de no tirar la guita en cosas
innecesarias que hacen los aumentos insuficientes. Las entradas a los
estadios, la compra de camisetas o souvenir, no son la mejor forma de
ayudar a los viejos a parar la olla. Aviváte gil, que la guita se la
lleva otro!! Para no hablar del Carnaval y las visitas al Teatro de
Verano por ejemplo. Panchos, helados, entradas y taxi para la vuelta.
Qué bondi vas a encontrar a la una o a las dos de la mañana y con los
gurises dormidos? Aviváte papá!! Pero al mismo tiempo Uds. me conocen y
saben que soy un hombre de pata en el suelo, soy de los de abajo y
además tengo credenciales de lucha. Yo quiero ver a mi gente alegre y
contenta y por ello levantaré las medidas. Pero después no me vengan con
versos que el sueldo no alcanza, tamo?
A esta altura se aflojaron
las tensiones, Don Sebastian pudo salir de la clandestinidad y regresar a
la superficie del hogar. También la Central de Trabajadores pudo
respirar tranquila, ya que no se produjeron enfrentamientos ni desmanes.
La provocación de algunos aventureros no había prosperado. "La mesa de
negociaciones y no el enfrentamiento de clases, son nuestras
herramientas" declaró un alto dirigente sindical.
Un hombre sudoroso y
excitado despertaba repentinamente. Llamó a su hija y le dijo: "Cuando
los veas venir, tranquen la Puerta y disparen por el fondo y de ahí a la
calle. Yo me quedaré para resistir y darle tiempo a Uds." La chica
confundida llama a su mamá a los gritos y le pregunta quienes vendrán a
buscarlos. La madre la calma y le dice: No hagas caso, cuando no toma
las medicinas sufre de pesadillas..............