por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad.
Gracias a
las redes sociales que aún van escapando a la censura, y a las voces
valientes de quienes no se han perdido el respeto a sí mismo, nos vamos
enterando de algunos hechos que la prensa del nuevo orden mundial, nos
oculta.
En toda Francia, se repiten los atentados contra las
Mezquitas, los restaurantes que venden kebab, los automóviles y las
propiedades de los árabes o de franceses musulmanes. Y en este clima de
histeria e islamofobía que han creado, la revista Charlie Hebdo vuelve a
emprenderla con sus provocaciones, en lugar de calmar los ánimos. La
Vidriera no quiere comentar estos hechos sin reflexionar sobre que
mecanismos e intereses se conjugan, para que todo esto se haga costumbre
a las que deberemos aceptar, como parte de la realidad que nos toca
vivir. Hace apenas algunas semanas, esta publicación que hoy ha editado
3.000.000 de ejemplares en Francia y otros tantos en algunos paises
europeos, estuvo a punto de cerrar sus puertas dado el poco interés
mostrado por los amantes del "humor" y sus consecuencias en la caja
registradora. Y todo parece indicar que luego de alguna reunión donde
analizaron la situación, llegaron a la conclusión que explotar el odio
creciente en un sector de la Sociedad hacia los emigrantes y en
particular a los musulmanes, era la salvación económica y por tanto
la gallina de los huevos de oro. Estamos en condiciones de afirmar que
el 90% de quienes concurrieron al desfile de París, jamás habían leido
la revista ni tenían idea de su existencia. Por ello y porque este
atentado que le costó la vida a algunos periodistas,los encargados de
darle al nuevo orden mundial un argumento, seguirán usando este
descubrimiento de última hora: La Libertad de Expresión. Una suerte de
condón que se usa y se tira una vez cumplida la función.
Acaban de
detener a un conocido humorista francés, que tuvo la mala ocurrencia de
hacer una broma no permitida y por tanto considerada de "apología al
terrorismo o la violencia". O sea que la única sátira u humorismo
aceptado por la Libertad de Expresión, es aquél que provoca al mundo
musulmán. Ellos saben muy bien lo que están haciendo y a quien sirven en
esa tarea. Que le vendan versos a quien los quiera comprar. Pero ahora
saben algo más: Han logrado dividir aún más a la Sociedad Francesa en
NOSOTROS Y ELLOS. Del millón de personas que el Domingo pasado
condenaron estos abominables actos de terrorismo, hoy van quedando los
que desde siempre odian a los inmigrantes y hacen cola frente a los
kioskos para reirse de las provocaciones y de las mofas disfrazadas de
humorismo fino. En Francia viven 5 millones de musulmanes que no
aplauden precisamente ser humillados en su fé y en su religión. Y
curiosamente estos millones de musulmanes, forman parte del ejército de
postergados, estigmatizados y además objeto de las risas de este
representante de la "cultura". Pero este tipo de ofensa permitida,
seguirá dando muy buenos dividendos, dada su sintonía con las fuerzas
zenófabas y fascistoides que la emprende contra los débiles, con los que
siempre pagan los platos rotos. Los musulmanes de hoy, son los judíos
de la Alemania nazi, es decir los culpables de cualquier cosa. Y basta
que algún fanático de pocas luces - si es que no se trata de otra cosa
que por ahora ignoramos- se decida por un acto terrorista, para que la
prensa nos diga: "el terrorismo islamita ha cobrado nuevas víctimas". A
partir de ahora, todos saben quien es el enemigo a combatir.
Por
cuanto tiempo podrán convivir las sociedades que apuestan al odio no lo
sabemos, pero sí de algo estamos seguros es que el odio genera odio, la
violencia genera violencia. Y allí perdemos todos. Porque después de
desatada la violencia ya no podremos decir TOUT EST PARDONNÉ. Las
heridas permanecerán abiertas no se sabe por cuanto tiempo y nuevos
inocentes pagarán lo que la generación anterior no supo o no quiso
evitar.
Por ello Sres. de Charlie Hebdo, si Uds. saben que el
atentado fue llevado a cabo por 2 franceses fanatizados, si saben que el
resto del mundo musulmán nada tiene que ver con estos actos de
terrorismo, porqué siguen provocando y ofendiendo?
Solamente para
poder seguir vendiendo? Yo no eligiría ese camino , que los convierte en
mercenarios al servicio de quienes pagan y alientan la infamia.