por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad
Nos han dicho los gobernantes franceses y para confirmarlo, ya han
movilizado sus tropas al interior del país. Cualquiera pudiera creer que
se trata de una salida humorística, si tenemos en cuenta que fue
precisamente ésta la causa de aquellos hechos, que le costaron la vida a
algunos periodistas. Pero nó, parece que la guerra no será en defensa
de la Libertad de expresión, sino contra un enemigo que todavía no
sabemos quien es, aunque todos lo sospechamos. Y en esta guerra santa
como muy bien ya lo afirmara George W. Bush en su oportunidad, o "están
con nosotros o están contra nosotros". Es decir con el "enemigo". Y en
esta nueva guerra como en todas las anteriores, la primera víctima será
la verdad. Y mucho trabajo tendrá la verdad para hacerse escuchar. Ya
los ministros del interior de la Unión Europea, tomarán las medidas
correspondientes, para quitarle espacio al "enemigo" que acostumbra
comunicarse en las redes sociales. INTERNET será objeto de una prolija
vigilancia, por lo que por ahora podemos dormir tranquilos. "Yo no
quiero terroristas en mi computadora" me confesó una vecina alarmada por
los comunicados.Pero por suerte el ministro del interior francés, ha
recomendado poner énfasis en los mensajes" cargados de odio y
anti-semitismo" o de "incitación a la violencia".
Como Uds. podrán
apreciar estimados Amigos, estos conceptos son de tal amplitud que a
partir de ahora, mencionar que uno de los participantes del desfile por
la Libertad de expresión como lo fue el Estado de Israel, es un violador
permanente de cuanta resolución emana de Naciones Unidas, un estado al
margen del derecho internacional que comete crímenes de guerra y actos
de terrorismo contra una población civil indefensa, puede costarnos una
sanción. En nuestro caso tal vez nos clausuren la Vidriera por tiempo
indeterminado. Obsérvese que todo esto se hace en nombre de la Libertad
de Expresión, amenazada por la intolerancia terrorista. O sea que a
partir de ahora tendremos que ser muy cuidadosos, pues nuestros
comentarios sin quererlo, estarían favoreciendo al "enemigo".
De que
escribiremos, acaso recetas de comida, sobre deportes, sobre la moda?
Quedarán prohibidas las palabras, como sucedió en el Uruguay hace
algunos años? Seguramente la censura publicará una lista sobre lo que
está permitido y lo que nó. Vaya uno a saber, pero lo cierto es que
quien controla la información a tal extremo, algo teme. Temerán que la
gente siga interrogándose a sí misma,, sobre algunas afirmaciones
oficiales? Documentos perdidos que revelan la identidad de los
terroristas, policía que hace tiempo seguía de cerca a estos
terroristas, que de pronto se suicida? En fin, la gente tiene material
abundante para dar rienda suelta a su imaginación, sin necesidad de caer
en "complicidad con el enemigo".
Eso sí, cuando Ud. se decida por
defender la inocencia de un musulmán, no emplee esa mala palabra. En el
Uruguay aprendimos que se puede decir lo mismo, usando la palabra
INNOMBRABLE. Pero recuerde bien que es sólo válida para los casos de
musulmanes buenos. De los malos se encarga Charlie Hebdo que se ha
especializado en el tema y no corre riesgo de censura, dado que se trata
de una publicación seria destinada a difundir el fino humor Made in
France, lo que es toda una garantía de calidad. Una suerte de
"avantgardé" literaria.
Por último, la Vidriera no puede pasar por
alto un hecho reprobable, que ni siquiera podemos atribuir a un descuido
u omisión involuntaria, sino a la arrogancia y soberbia imperialista
para con los paises pobres o del tercer mundo como les llaman. Olvidaron
invitar al desfile de Paris, al líder de la región sudamericana Sr.
José Mujica, presidente del Uruguay. Cuántas banderitas uruguayas
dispuestas a desfilar, tuvieron que ser plegadas a último momento,
cuántos uruguayos no habrán sentido en carne propia la ofensa, cuántos
franceses habrán sido privados de un discurso para la eternidad? Nunca
lo sabremos a cabalidad, pero confiamos que en los futuros eventos que
llegarán, tal vez en otro país para mostrar "espíritu de cuerpo" en esta
guerra contra la intolerancia terrorista, no cometan el mismo error a
la hora de las invitaciones. Aquí más que nunca se hace menester, la
unidad sin exclusiones.