viernes, 17 de octubre de 2014

Un destino inexorable


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad

Me niego a aceptar cuando me  dicen "nadie puede predecir el futuro", hablando de política y de los destinos de un pais. No debe resultar muy difícil adivinar que nos espera, cuando el rumbo económico permanecerá incambiado gane quien gane. Cuando la propia Banca Morgan que algo sabe de estas cosas, nos dice que nada cambiará, cuando el Fondo Monetario, el Banco Mundial, Rockefeller y las multinacionales, nos aplauden. Se necesita ser un "vidente" para adivinar el futuro?
Si a Ud. lo atropella un auto y con suerte salva su vida, tendría algún sentido reprocharle haber cruzado con la roja? De haber podido se lo hubiéramos advertido antes, no es así? Bueno, eso es lo que trataremos de hacer aquí para que nadie tenga que lamentarse o decir que no sabía.

Dentro de pocos días asistiremos a la gran fiesta del sistema,en donde el Pueblo será convocado a legitimar a sus gobernantes, a quienes decidirán su suerte los próximos 5 años. Su "suerte"?, tal vez no sea la palabra más acertada, dado que su suerte ya está decidida de antemano.En todo caso podríamos decir "el gobierno que le mentirá mejor y además intentará tenerlo contento". Porque en esta elección, a diferencia de otras en dónde aún el Pueblo contaba con Partidos que lo alentaban a "hermano no te vayas, ha nacido una esperanza", éstas están agotadas: TODOS LOS PARTIDOS COINCIDEN EN LA POLITICA ECONOMICA. Por lo que podemos afirmar una vez más, que no sabemos quien ganará la contienda, pero sí sabemos quien perderá. Entonces sólo cabe preguntarse que pasará al otro día y la respuesta no puede ser muy difícil: Cruzaste la calle con la roja y ahora sólo te resta lamentarte.

Te levantarás al otro día con la resaca del festejo, si es que te tocó "ganar" en la derrota. Llamarás a tu trabajo para decir que "tengo 39 de fiebre, pasame enfermo". Luego llamarás a tus Amigos para confirmar cuantos diputados, cuantos senadores. A la semana siguiente llegarás hasta el trabajo y al ver gente en la Puerta te preguntarás y preguntarás a tus compañeros, qué está pasando? Acaban de publicar una lista con 20 despidos. Entrás al local y lees detenidamente una y 10 veces buscando tu nombre, que por suerte no figura. Bueno, después de todo "esos locos siempre se pasaban enfermos o llegaban tarde" y tu conciencia quedará tranquila. Al mes siguiente publican otra lista, y en ella sí está tu nombre. Se te viene el mundo al suelo y comenzas a putear. De pronto hasta quisieras ponerle una bomba al local y buscás solidaridad, la misma que vos no le ofreciste a los 20 compañeros de la primera lista. Alguien se te acerca y te pregunta, qué festejabas la noche de la elección? y no sabés que responder a pesar que habías "ganado". Y ahora que harás? Entenderás ahora,porqué habían tantos enojados que no querían votar? Pero ahora es tarde. O de cuanta gente acusaste de traidores, sin saber tal vez en tu ignorancia,que se trataba de gente que ya estaba en la lucha, cuando tú no eras nacido aún? Pero ahora será tarde y sólo te resta decir como aquella del tango: "me engañaron con un mundo de promesas"..... y ahora sólo te queda visitar al diputado que sentaste a 200.000 por mes y que seguramente - si es que te recibe- no te resolverá el problema, porque las elecciones ya fueron.

 Tal vez ahora entiendas a aquellos que llamaste "traidores". Pero si te sirve de consuelo, te diré que no serás el único. Otros que obstentan situaciones de privilegio, también iran cayendo porque el cerco se viene cerrando y no hay lugar para todos. Sólo los más vivos sobreviven, un poco la teoría de Darwin, aquellos que mejor se "adaptan al terreno". Esos mucho más vivos que vos, los que decían y dicen "que el tema de los desaparecidos" ya fue, "que no se puede estar rompiendo los huevos todo el tiempo con lo mismo". Que los tiempos han cambiado. Esos que aprendieron en sus hogares, a arrimarse al poder allí donde se encuentre, esos venidos de familias que la balconearon y apoyaron la mano dura contra la "subversión" y aplaudían los comunicados de las 20 horas. Esos que colaboraron en los trabajos denunciando gente y haciendo méritos de "orientalidad". Porque la dictadura no fue solamente militar, sino que tuvo el apoyo de por lo menos 800.000 uruguayos, muchos de los cuales hoy están de este lado y hasta se permiten dar clases de "izquierda", en esta nueva versión de la "viveza criolla". Esos que participan activamente en las redes sociales, dando imagen de que todo anda fenómeno. Esos también están temblando y ya no serán suficientes las caravanas de la alcahuetería, las marchas de apoyo a algún procesado "injustamente" y que hoy se candidatea al Parlamento. Esto se va a la mierda y es un sálvese quien pueda. Tal vez entonces pueda surgir una fuerza que nos devuelva la esperanza, para poder decir que no todo está perdido. Y ojalá que en esa fuerza, puedas hacer una verdadera militancia junto a tus iguales.