Detrás del ruido del oro, van los maulas como hacienda
no hay flojo que no se venda por una sucia moneda
más siempre en mi Patria queda criollaje que la defienda.
Atahualpa Yupanqui
LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad
"Cómo
van las elecciones Comisario?" preguntaba el Juez del Pueblo. "Bueno
Dr., hasta llegar al río ganaban los blancos". Parece que por aquellos
tiempos, los Muertos y las aguas incidían en los resultados electorales.
Hoy por suerte, todo aquello ha quedado atrás y para saber algo de los
comicios, ya no es necesario preguntar al comisario ni contaminar las
aguas, a esta altura saturadas.
Mientras el FMI-EL BANCO MUNDIAL Y LAS
EMBAJADAS no emitan opinión alguna, es síntoma de que todo anda bien y
no hay motivo de inquietud. O sea que para el caso uruguayo, gane quien
gane, todo el mundo podrá dormir tranquilo. La política económica
permanecerá incambiada, según nos comunicaron los candidatos con chance
de gobernar. SABREMOS CUMPLIR FUE LA CONSIGNA UNÁNIME. O sea que la
"batalla de las urnas", más allá de las ambiciones personales de esta
gente, es simplemente un acto simbólico que se lleva a cabo para cumplir
con la Constitución y darle un barniz de seriedad a la cosa. Uno a
veces se pregunta, si esos millones de dólares empleados en las campañas
electorales, no pudieron ser destinados a hospitales en ruinas o
escuelas que ponen en peligro la vida de educandos y educadores. Pero
lamentablemente esto sigue funcionando así y mucha gente aún cree que
colocando un papelito en la urna, podrán cambiar su suerte.
Días
atrás, leía en un diario capitalino un relato que no sólo me llenó de
indignación, sino también de tristeza. Un periodista buscando su nota,
se internó en la Feria de Piedras Blancas, allí donde el juego de "la
mosqueta" sigue cobrando víctimas, a pesar que a esta altura todo el
mundo tendría que entender, se trata de una estafa. Y entre esas
víctimas, un matrimonio joven que bien pudo haber destinado ese dinero
para satisfacer otras necesidades, fue despojado de 7.500 pesos. Qué
hacer ante estas cosas, a quien responsabilizar?
Pero
que pasa cuando estas "mosquetas" se trasladan a otros ámbitos de la
Sociedad y alcanzan carácter legal y obligatorio? En dónde quienes la
manejan no serán perseguidos sino perseguidores, de quienes se nieguen a
apostar y por tanto pasibles de multa? A los ojos del lector
desprevenido, parezca tal vez una exageración trazar un paralelo,pero
cuando todos los Partidos con chance de gobernar nos están diciendo que
la política económica no cambiará, que votará la gente, que "vaso"
eligirá? El rojo, el azul o el multicolor? Y quien ganará, la banca o el
apostador?
No somos ingenuos y sabemos que si las
cosas fueran tan sencillas, tal vez la gente despertaría. Pero aquí
juegan otros factores que hacen más atractivo el juego.
Empleos-favores-gauchadas, jubilaciones truchas y empleos ñoquis, son
sólo alguno de los ingredientes que le ponen sabor. El factor emocional
también juega y los profesionales del juego nos prometen grandes
beneficios si nos animamos a apostar. Esto es industria nacional y por
tanto hay que apoyarla. Y si perdemos...bueno nos queda el consuelo que
nos dejó El Mago: "el que anda mal en el juego, no erra una en el amor."
Así que mucha suerte cuando decida apostar.