domingo, 14 de septiembre de 2014

Es industria nacional

Detrás del ruido del oro, van los maulas como hacienda
no hay flojo que no se venda por una sucia moneda
más siempre en mi Patria queda criollaje que la defienda.
Atahualpa Yupanqui
 
LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
 

por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad
 
"Cómo van las elecciones Comisario?" preguntaba el Juez del Pueblo. "Bueno Dr., hasta llegar al río ganaban los blancos". Parece que por aquellos tiempos, los Muertos y las aguas incidían en los resultados electorales. Hoy por suerte, todo aquello ha quedado atrás y para saber algo de los comicios, ya no es necesario preguntar al comisario ni contaminar las aguas, a esta altura saturadas.
 
Mientras el FMI-EL BANCO MUNDIAL Y LAS EMBAJADAS no emitan opinión alguna, es síntoma de que todo anda bien y no hay motivo de inquietud. O sea que para el caso uruguayo, gane quien gane, todo el mundo podrá dormir tranquilo. La política económica permanecerá incambiada, según nos comunicaron los candidatos con chance de gobernar. SABREMOS CUMPLIR FUE LA CONSIGNA UNÁNIME. O sea que la "batalla de las urnas", más allá de las ambiciones personales de esta gente, es simplemente un acto simbólico que se lleva a cabo para cumplir con la Constitución y darle un barniz de seriedad a la cosa. Uno a veces se pregunta, si esos millones de dólares empleados en las campañas electorales, no pudieron ser destinados a hospitales en ruinas o escuelas que ponen en peligro la vida de educandos y educadores. Pero lamentablemente esto sigue funcionando así y mucha gente aún cree que colocando un papelito en la urna, podrán cambiar su suerte.
 
Días atrás, leía en un diario capitalino un relato que no sólo me llenó de indignación, sino también de tristeza. Un periodista buscando su nota, se internó en la Feria de Piedras Blancas, allí donde el juego de "la mosqueta" sigue cobrando víctimas, a pesar que a esta altura todo el mundo tendría que entender, se trata de una estafa. Y entre esas víctimas, un matrimonio joven que bien pudo haber destinado ese dinero  para satisfacer otras necesidades, fue despojado de 7.500 pesos. Qué hacer ante estas cosas, a quien responsabilizar?
 
Pero que pasa cuando estas "mosquetas" se trasladan a otros ámbitos de la Sociedad y alcanzan carácter legal y obligatorio? En dónde quienes la manejan no serán perseguidos sino perseguidores, de quienes se nieguen a apostar y por tanto pasibles de multa? A los ojos del lector desprevenido, parezca tal vez una exageración trazar un paralelo,pero cuando todos los Partidos con chance de gobernar nos están diciendo que la política económica no cambiará, que votará la gente, que "vaso" eligirá? El rojo, el azul o el multicolor? Y quien ganará, la banca o el apostador?
No somos ingenuos y sabemos que si las cosas fueran tan sencillas, tal vez la gente despertaría. Pero aquí juegan otros factores que hacen más atractivo el juego. Empleos-favores-gauchadas, jubilaciones truchas y empleos ñoquis, son sólo alguno de los ingredientes que le ponen sabor. El factor emocional también juega y los profesionales del juego nos prometen grandes beneficios si nos animamos a apostar. Esto es industria nacional  y por tanto hay que apoyarla. Y si perdemos...bueno nos queda el consuelo que nos dejó El Mago: "el que anda mal en el juego, no erra una en el amor." Así que mucha suerte cuando decida apostar.