domingo, 16 de noviembre de 2014

La seriedad presidencial


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad

Durante casi un mes no se habló de otra cosa: la venta de su FUSCA y la donación posterior a la beneficencia. Ahora no sabemos si la oferta fue tal o se trató de uno de los tantos bolazos a los que nos tiene acostumbrados. Ahora dice que su auto dormirá en el galpón y saldrá de vez en cuando a dar una vuelta. Si nunca estuvo interesado en vender, porqué justo ahora larga esta historia? Tiempo atrás se inventó una supuesta mediación entre el Gobierno Colombiano y las FARC y otra mediación fallida en Venezuela a la que Nicolás Maduro puso freno inmediatamente. Quería dialogar con la "oposición" y seguramente llevar al gobierno venezolano a reconocer a esos individuos pagos desde el exterior, como interlocutores válidos de un sector del Pueblo venezolano. Más tarde vino lo de Guantánamo y la supuesta misión humanitaria, a la que Uruguay no podría renunciar. Obama acaba de decir que Guantánamo no se cierra.

Bueno, Uds. Amigos de la Vidriera por ser seres pensantes, seguramente ya lo han advertido y casi no haría falta caer en reiteraciones. Pero y el resto de la gente, sus seguidores y admiradores que nos dicen, que opinan, que piensan cuando asisten pasivos como moluscos, a todos estos espectáculos? Nadie jamás le ha exigido un poco de seriedad en la función presidencial? O será ésta talvez la confirmación que no nos merecemos otra cosa, que un individuo que desde la presidencia se ría de todos nosotros? Pero más grave aún, es la complicidad de la prensa, que alimenta estos propósitos destinados a distraer la atención sobre problemas más importantes. No habrá uno solo - no pedimos más que 1 - que lo confronte con estas maniobras diversionistas, que le ennumere una por una todas esas "bolas" que echa a andar en su beneficio? En tan poco ha quedado el periodismo uruguayo? Habremos llegado a un estado de cosas, dónde un bolazo sucede al otro y en definitiva a nadie le importa un carajo, a tal extremo que nos hemos perdido el respeto a nosotros mismos?

El comportamiento de los Pueblos es materia compleja, y deben existir tantos argumentos como analistas. Pero de algo estamos seguros y es que ciertas cosas no tienen cabida en un sillón presidencial, porque alimentar la farándula, llevar el carnaval a ámbitos reservados para dirigir un país, es una falta de respeto hacia aquellos que ven con tristeza como poco a poco, va perdiendo jerarquía moral la función presidencial. Ya nada nos asombra, pero tampoco podemos desconocer que genera simpatías en mucha gente y mejor que ello, votos. Esas son las mayorías de las que hablábamos ayer en la Vidriera.

Como si no alcanzara con Tinelli para idiotizar a un Pueblo, ahora tenemos a Mujica. Y estas cosas son muy peligrosas, cuando están en juego los destinos de un pais.