jueves, 30 de marzo de 2017

Irma Leites, una mujer peligrosa




por Hugo Bruschi en el Año de la Organización.

No lo dice solamente La Vidriera, con sus escasos 8 o 10 amigos que la leen y que aún creen en un Uruguay distinto. Qué ingenuos!! Basta con leer o escuchar los principales medios de información, los grandes, para tener una idea de la peligrosidad de esta mujer. Para quienes no conocen su historia, ahora entenderán porqué estuvo presa.

No ha habido incidentes o "asonadas" donde no haya estado presente, desde los llamados "escraches" hasta el enfrentamiento directo con las fuerzas del orden. Allá por el 2011 reunió a sus seguidores frente al domicilio del Coronel Eduardo Ferro en Maldonado. Imaginen Uds. verse expuestos al escarnio y la verguenza, de sentirse humillado en su honor militar sin poder hacer nada. Y que pasó? Abrumado por esta carga espiritual, de saberse perseguido sin razón alguna, debió abandonar el país. Ahora la Justicia le cierra las fronteras, seguramente para que no vuelva al país y se exponga a la furia de estos extremistas. Más cerca en el tiempo, otro soldado de la Patria como lo es José Nino Gavazzo, también fue blanco de la saña criminal de esta mujer y su grupo, que le impidieron asistir al cumpleaños de su nieta. El odio de esta mujer no conoce límites. Hay quien dice (no está confirmado aún) que la vieron en la Tribuna Amsterdam animando a las barras bravas y huliganes. El que arrojó la garrafa - por suerte para ella - dijo que no la conocía.

Pero para tranquilidad de todos los uruguayos, contamos con una prensa profesional, seria y responsable, que le sigue los pasos allí a donde vaya, para testimoniar sus fechorías. No sabemos si la Sra. Irma Leites tiene tiempo de leer La Vidriera, pero por las dudas le dejaremos nuestra reflexión: Ud. debe tomar como ejemplo a Lucía Topolansky,que también estuvo presa, pero salió rehabilitada. Lejos quedó aquella imagen de "guerrillera y mujer entera" que nos pintaba la canción. Llegó a ser la Primera Dama del País, es Senadora y continúa su lucha con alegría, lo demuestra sus visitas al Quincho de Varela donde comparte un licor con otras personalidades,entre ellas algún título nobiliario venido a menos por efecto de la inflacción. Sin odios ni rencores como le gusta decir también a su marido, ha luchado incansablemente por la libertad de los viejitos que no debieron estar presos sino jugando con sus nietitos o con los niños del barrio. Tome también el ejemplo de María Julia por las calles de Palermo o Barrio Sur, cambie el pancarta y el "cotel molotó"- como dijo un progresista- por el tamboril, incorpórese a la farándula y a las brigadas del buen humor, pronto verá como su vida cambia de color y como comenzará a ver las cosas de otro modo. Nadie dice que no pueda discrepar con tal o cual cosa, faltaba más! pero hágalo con buenos modales, aprenda de Constanza el arte de discrepar pero apoyar por aquello sagrado de "la obediencia debida" o la "disciplina partidaria" que en el fondo es lo mismo. Verá entonces como comienzan a abrirse muchas puertas que hasta ayer estaban cerradas y lo que es más importante aún: Muchos de sus antiguos compañeros podrán dormir tranquilos al saberla rehabilitada y reciclada.