Yo no sé si el término se ajusta a la situación que intentamos
describir, pero siempre oí decir que no es una situación fácil. Me
declaro totalmente incompetente en la materia y tendré que recurrir al
conocimiento y experiencia de 2 Amigos que fueron púgiles: Jorgito Pérez
(el hijo del Perro) Amigo de la infancia y de Carlos Marrero Amigo de
la vejez. Ellos seguramente podrán ilustrarnos en la materia y tal vez
devolvernos al Centro del cuadrilátero para tener una visión más amplia
de cómo movernos.
Los últimos acontecimientos registrados en Brasil,
han despertado las alarmas en el Progresismo Uruguayo y harán todo lo
que esté a su alcance y un poco más, para defender la Democracia
amenazada en el país hermano. Cabe destacar aquí que Venezuela también
amenazada, también conspirada desde el exterior, no tuvo la misma suerte
en materia de indignaciones. Para el caso de Brasil, el argumento
sería: algunos diputados no podrán acabar con las espectativas de
millones de ciudadanos que votaron a Dilma. Vistas así las cosas,
tendremos que apoyar SÍ o SÍ. Y esta defensa a la causa democrática
puede tener también otras lecturas: Se están curando en salud o será
también un mensaje inequívoco a la llamada "oposición" que aspira a los
sillones?
Y cuando decimos "sillones", lo hacemos en el entendido que
esa será la única inquietud de estos opositores, pues en lo demás están
totalmente de acuerdo.La Economía, la Impunidad y la venta de
Soberanía, permanecerán incambiadas. La consigna es: "Ya está bien" como
dijo un representante de esa oposición. Le faltó decir, ahora dejame
hacer la mía. Más o menos. Y con otras palabras, a partir de ahora
cualquier sospecha de corrupción o malos manejos en la función pública,
podrán ser considerados como conspirativos,cualquier crítica a los
representantes electos, podrá ser considerada como anti-democrática como
bien nos ilustró la Ministro Munoz, cualquier denuncia, cualquier
conflicto, cualquier paro o huelga, pueden ser palos en las ruedas o
incitación al desorden por parte de sectores radicales e intolerantes. O
sea que cualquier manifestación de descontento, puede ser sospechosa de
quien sabe qué propósitos.
Y en este panorama de estar contra las
cuerdas o entre la espada y la pared, el Pueblo tendrá que optar por la
salida "menos traumática" tal cual nos enseñaron en el Club Naval, la
más inteligente, en ocasión de votar la Ley de Caducidad bajo amenaza de
"ruidos de sables en los cuarteles". Y no nos quedará otra salida que
optar por el menos malo, por el menos corrupto. Cómo querés morir, de
peste o de cólera? Y tendremos que elegir, a no ser que nos paremos
frente al espejo y la conciencia. Qué nos preguntemos si será moralmente
aceptable vivir de este modo, si es que aceptaremos vernos reducidos a
simples cómplices de una mosqueta que tendremos que aprobar sin chistar,
aún sabiendo que perderemos siempre. Estamos contra las cuerdas y
tendremos que salir como sea. Con campana o sin campana, apostando a la
dignidad necesaria para hacerle saber al rival, que la pelea aún no está
decidida.