miércoles, 3 de diciembre de 2014

La generación del relevo


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad

Una vez conocidos los resultados del balotaje, hemos comprobado una suerte de distensión en los medios y en las redes sociales. Tal vez las tensiones y las espectativas, exigieron un esfuerzo intelectual tal, que ahora se produce el merecido relax.
Para quienes nunca dudamos del triunfo frenteamplista, resulta inexplicable por ejemplo, algunas muestras de decepción por parte de alguna gente. La cultura predominante en la Sociedad, es la aceptación, la resignación y dentro de estos estados de ánimo, la elección por el mal menor, resulta casi normal. No estamos peor que antes, por lo tanto hay que estar satisfechos. Para qué cambiar entonces?
Sin embargo, dentro de este panorama desolador, existen aquellos que van tomando conciencia. Dentro del capitalismo - y aún peor en las áreas del dependiente - jamás alcanzaremos los objetivos, por los que otros hombres y mujeres ofrendaron sus vidas. Las políticas asistencialistas de cuchillo y tenedor, sólo sirven para asistir al pobre que se multiplica, pero jamás para erradicar su pobreza. Pues como se explica, que en tiempos de economías favorables, de "viento en la cola" como acostumbran decir, no se hayan generado fuentes de trabajo estable, para miles y miles de desocupados? Y esos sectores representados por el voto blanco-anulado, tampoco han tenido un crecimiento que aliente al triunfalismo. No somos menos, por lo tanto vamos bien.....
Son muchos los factores que juegan a la hora de emitir un voto, sobretodo cuando la propaganda oficial sigue apelando al viejo verso de "izquierdas y derechas", para presionar al posible disidente. Estos grupos sufrieron el ataque despiadado, cuando los mensajes seductores no alcanzaban los resultados esperados. El sistema no perdona a los insumisos.
Los blancos-anulados no conforman movimiento alguno, sino espontaneidad de gente que cansada de mentiras, se han unido por lo que no quieren y rechazan. Gente que de otro modo, se encuentra puntualmente en las marchas y protestas contra la impunidad reinante, por citar algún ejemplo. No están organizados en torno a proyectos "acabados" y prolijamente presentados. Pero como quiera que sea, representan la izquierda que se va decantando del simulacro oficial. Y este movimiento de indignados, está llamado a crecer, pues a partir de ahora -por si alguien aún dudaba- se pondrá en marcha, un poco más de lo mismo. La Vidriera jamás caerá en el oportunismo fácil, de señalar falta de organización. Alcanza con mirar hacia España, para comprobar que a pesar de los iluminados que pedían definiciones ,a un movimiento que nacía en forma espontánea y desde la bronca, para entender lo equivocados que estaban. Ese movimiento ha tomado cuerpo y ya no será posible controlarlo desde los Partidos. Serán ellos mismos, sin caciques ni tutores, quienes en el futuro se otorguen las formas organizativas que crean más oportunas. Y Uruguay no será la excepción. 120.000 voluntades han dado la espalda a la mentira y al engaño. 300.000 voluntades se han abstenido de votar y si bien no haremos cálculos a favor, por lo menos deberemos reconocer que ha sido un voto - sin haber votado- a la indiferencia. Una forma de tomar distancia del circo montado en torno a la elección y el balotaje posterior.
Y esta fuerza que representa el voto blanco-anulado, pasará a la historia como aquél grupo inicial que plantó un mojón para demarcar un terreno ya trillado que queda atrás, de otro que comienza ante nuestros ojos. Lleno de malezas, pero que una vez despejadas, abrirá paso a la fertilidad que otros hombres y mujeres,tomarán con sus manos para cultivar y recoger los frutos. Un mojón de dignidad, que la generación del relevo sabrá conservar como el mejor legado dejado por aquellos, que nunca dejaron de soñar una Sociedad sin explotados ni explotadores. Una Sociedad muy distinta a la que nos ofrecen las urnas de Momo. O como bien decía Benedetti: " cielito, cielo, cielito, cielito del hombre nuevo
                             
                                                                               cuando no estemos nosotros, estará pronto el relevo"