sábado, 4 de febrero de 2017

Los sedantes colectivos




por Hugo Bruschi en el Año de la Organización.

La vida me ha enseñado que la religión y la democracia, junto con las drogas, tienen que haber sido los mayores éxitos en materia de sedantes colectivos. Desde el primer día en que el hombre creó a Dios, se arrodilló ante él. Cuando tuvo la oportunidad de votar lo hizo en forma directa, allí en la plaza pública eximiendo a Barrabás de sus delitos y enviando a Jesús a su Cruz. Siglos más tarde, eligieron a Hitler en un acto bien democrático: 40.000.000 de alemanes lo llevaron al poder. En uno y otro caso, parecemos estar arrepentidos de aquellos actos democráticos y hasta lloramos cuando tomamos conciencia del error. Qué hubieran hecho muchos de los cristianos que hoy lloran, en aquél momento? Por supuesto que no faltarán los que digan que en el caso de Jesús, los bandidos amigos de Barrabás atemorizaron y amenazaron al pueblo allí reunido y por tanto enviaron a Jesús al calvario de su Cruz. Pero a los alemanes, quien los asustó? Cosas de la democracia.....

Aquí en el Uruguay, también el pueblo tuvo oportunidad de castigar a los culpables de tantos crímenes jamás aclarados, de tantas desapariciones jamás investigadas, de tanto dolor acumulado sin justicia y de tanta tumba sin flores.....pero circularon rumores de "una vuelta al pasado", de sables, de botas y de picanas que ese pueblo no sufrió porque estaba a favor en su gran mayoría. Y como no podía ser de otro modo, esa gente decidió con su voto sobre el dolor ajeno, eligiendo por la impunidad. Y no solamente una vez, sino 2 por las dudas y para que no queden dudas. Se argumenta por supuesto que no fueron todos, que hubo una inmensa parte del pueblo que votó por la anulación de la ley maldita. Y seguramente hay más explicaciones, pero lo cierto es que la ley salió por mayoría como deber ser en democracia. Como dijo aquel: "tenés razón, pero marche preso".

Ya hemos hablado de las religiones y de la democracia, pero y las drogas? Bueno, este invento también bien democrático está resultando mucho más efectivo que la religión, pues el Paraiso prometido por boca del cura, ahora lo encontramos en otra boca.......y entonces van soñando por las calles, imaginando otros Paraisos y delirando en voz alta. Con sus cerebros atrofiados, capaces de cualquier cosa en algunos casos y aceptando el entorno en que viven sin más inquietud que la próxima dosis. Con estas 3 herramientas de dominación, llegará el día en que los pocos que no crean en el cura, ni en las bondades democráticas y por supuesto en las drogas, serán declarados minorías anti-sistema, asociales, paranoicos y fuera de juego. Parece de Science Fiction, pero no lo es.