martes, 22 de julio de 2014

El peligro rosado

por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.

Los más veteranos recordarán, aquél tiempo en donde Ud. como cualquier hijo de vecino, pudo haber pertenecido a la CIA sin saberlo. Sin haber pedido ingreso, sin sueldo que por lo menos compensara los riesgos y sin contactos a quien recurrir en caso de apuros. De ahí que muchos sufrieron algunos castigos, sin tener quien los defendiera. Eran tiempos peligrosos, alcanzaba con discrepar públicamente en alguna asamblea, en el seno de algún sindicato o lugar de trabajo, con la conducción sindical asociada a los intereses del Partido Comunista Uruguayo, para pasar a integrar las listas de esta temida agencia de espionaje. Los más conocidos agentes de la agencia, fueron por entonces los pocos trozkistas uruguayos, que seguramente de vivir, recordarán este encuadre involuntario que debieron soportar por mucho tiempo. En cierta ocasión, una vieja militante comunista y compañera de trabajo a quien yo quería mucho, me dijo al oido: Hugo, tené cuidado con fulano que es agente de la CIA. Recuerdo que le respondí: Mire fulana, Ud. no debería subestimar a la CIA.

Por suerte esos tiempos han quedado atrás y hoy ya nadie pertenece a la CIA y seguramente la agencia que a esa altura ignoraba tener tantos miembros gratuitos, seguirá reclutando sus colaboradores en otros ámbitos insospechados, de traición al movimiento obrero o a la causa "socialista". Hoy el peligro ya no pasa por pertenecer a la agencia, por el contrario, tal cual están las cosas y las buenas relaciones con la embajada de aquél país, casi podríamos afirmar que se trataría de mérito de relevancia en la foja de servicios. Hoy deberemos cuidarnos de no ser "reclutados" por el enemigo rosado. Cuántos de nosotros críticos con esta forma de entender la izquierda, ya no estaremos en esas peligrosas listas? Yo acostumbro entrar a Facebook de vez en cuando, y pude comprobar como debajo de alguna crítica bien fundada acerca de tal o cual hecho, sigue una respuesta de este tenor,por ejemplo: " vos y tus rosaditos no fueron mejores" o "llora, llora rosadito, en octubre te rompemos el culito". Como verán, la discusión ideológica ha alcanzado muy buenos niveles. Por supuesto, que quienes así opinan no son - tal vez por su edad - ni jamás han sido militantes de izquierda. Se trata de un estado emocional, una suerte de Colombes incorporada al debate político, hinchadas desocupadas que necesitan encontrar un lugar donde gritar sus goles. De ahí, que todo aquél que se atreva a llamar las cosas por su nombre, correrá el  riesgo de integrar automáticamente las filas "rosadas".

Pero así como la mentira tiene patas cortas, cada vez son más los uruguayos que despiertan. Gente que en su mayoría depositó su confianza, sus espectativas y esperanzas en esta fuerza que ahora los defrauda y pone de manifiesto con sus actos, que en nada se diferencian de los Partidos tradicionales. Si alguna diferencia existe, radica en el discurso. La corrupción ha alcanzado tal magnitud, que ya la gente duda quien es el mal menor, pues todos son iguales hacia abajo. Sólo quedan los que esperan alguna prebenda o regalía, los que están en alguna jodita disfrazada de proyecto, etc.

Así que deberemos estar atentos a los acontecimientos, pero manteniéndonos higiénicamente al margen, para no resultar salpicados cuando estalle la bomba de mal olor. Vaya comprando perfume por si acaso.... y cuídese que no lo recluten sin consultarlo.....