por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad
En estos días ha
trascendido a la población, una carta de Madres y Familiares de
Detenidos Desaparecidos, tendiente a sensibilizar a todas aquellas
personas poseedoras de datos, oidas, o certezas, que puedan contribuir
en la búsqueda de nuestros hermanos desaparecidos. En anteriores
artículos de La Vidriera titulados "Por cadena nacional de las 20 hs." y
"Las copas charlan mucho" del 9/7 y 24/7/15 respectivamente, dejamos a
consideración de quien correspondiera, una iniciativa. Entendimos hace
tiempo, que era hora de intentar otros caminos a los hasta ahora
transitados, dado que los mismos no arrojaron los resultados esperados.
Fuimos víctimas muchas veces de datos tendientes a desmoralizarnos, de
sentir infructuosa la búsqueda. La llamada "operación zanahoria" cumplía
al pie de la letra con ese cometido. En otros casos como el referido a
la nuera de Juan Gelman, tuvieron el mismo propósito: Desorientarnos.
Así fue que ante estos obstáculos y viendo que pasaron ya muchos años,
sin que quienes poseen información la proporcionaran, La Vidriera
entendió que era hora de llegar a los protagonistas de aquellos
enterramientos. De trascender por una vez, los ámbitos conocidos, las
salas de reunión, los pasillos parlamentarios o las distintas comisiones
que se fueron dando. EL SECRETO ESTÁ GUARDADO EN LOS BARRIOS. La
irresponsabilidad o la complicidad, el miedo o la lealtad, ha llevado a
mucha gente a cargar con ese secreto que más que ello, es un tormento de
conciencia. Sobretodo cuando se sabe que ese dato podrá permitirle a
una familia, llevarle una flor a sus seres queridos. Por ello es
menester apelar a la fibra, a lo mejor del ser humano, a su dignidad
socavada al verse obligada la persona, a mantener en secreto un hecho
del que no es responsable. La orden la dieron otros que hoy gozan de
jugosas jubilaciones, mientras ellos viven al día. Un llamado cuya
consigna bien podría ser:YO NO SERÉ CÓMPLICE! y allí también las
Iglesias y parroquias vecinales tienen un papel muy importante a jugar,
arengando a la barriada que concurre a misa, a decir lo que sabe. El
secreto está ahí y saldrá a la superficie si es que hay voluntad
oficial.
Y dónde están esos barrios? Esos se encuentran en las
inmediaciones de los cuarteles a lo largo y ancho del país. En esos
barrios se saben cosas que se oyeron, de fulano o de mengano, de gente
que quizás ya no esté en este mundo, pero que fueron protagonistas tal
vez involuntarios, de hechos que le atormentaron la existencia. Se trata
del personal subalterno que tuvo a su cargo la tarea de cavar pozos.
Nos alegramos profundamente que Madres y Familiares se dirijan hoy a la
población en busca de datos. Ya han llegado a su poder, más de 170
aportes. Algunos anónimos, otros con nombre y apellido, se han recibido
llamadas telefónicas o se han dejado cartas en las Iglesias y también en
la sede de la calle Nicaragua.
La Vidriera jamás le indicó a nadie
que se debe o nó, hacer. Sería un acto inmoral de nuestra parte,
proponer tareas de las que por una razón geográfica no podremos
acompañar. Sin embargo La Vidriera entiende que esta tarea que ahora
Madres y Familiares lleva adelante, tendría que llevarla a cabo la
Comisión que este nuevo gobierno ha instalado en tal sentido. Esto lo
propusimos en los artículos arriba mencionados, porque creimos que el
gobierno cuenta con los recursos suficientes para hacerlo y porque
además le daría a la búsqueda un respaldo oficial. Asimismo propusimos
una recompensa de 50.000 dólares para quien aportara el dato que nos
conduzca al lugar exacto. Sería una forma de aceitar ciertos mecanismos
de la memoria que parecen herrumbrados. Una suma que no alterará el
presupuesto y que comparada con los millones despilfarrados en PLUNA por
citar alguno, serían una suerte de propina. También destacamos la
importancia, que fuera la propia presidencia de la república a través de
murales, comunicados, etc. quien encabezara esta cruzada por la VERDAD.
Que llegaran a esos barrios del mismo modo que lo hacen antes de las
elecciones.
Por todas estas cosas que lamentablemente no veremos,
saludamos a Madres y Familiares además de ponernos a lo que dispongan y
esté a nuestro alcance. Al mismo tiempo seguiremos desde estas páginas,
exigiendo al gobierno la apertura de los archivos para conocer los
nombres de quienes actuaban en cada unidad, así como el respeto
necesario hacia el dolor de la gente. Dolor ignorado por quien estando
al frente del Ministerio que tendría que aportar datos, se ha encargado
de humillar y denigrar a quienes reclaman Justicia.