martes, 29 de noviembre de 2016

Rehenes del miedo



por Hugo Bruschi en el Año de la Resistencia

En los días anteriores al clásico, pudimos leer en la prensa: "se aconseja no cruzar el Parque"........ y una familia que tenía planeado ir a tomar unos mates con bizcochos, mientras los niños corrían alrededor de una pelota o con una cometa que no quiere remontar. Adonde vamos? pregunta la esposa. Bueno, podemos ir a la rambla cerca del Parque Rodó. "Ni hablar" dijo la mujer. Tú sabes que soy alérgica y que el olor a marihuana me hace daño" Qué hacemos entonces pregunta el marido.....Bueno, lo que lamentablemente tienen que hacer miles de uruguayos, quedarse en sus casas y disfrutar de las rejas que compraron el mes pasado. Alguien que no conoce esta realidad, podrá pensar que estamos exagerando. Nó mi amigo, esta es la triste realidad que se vive. De que otro modo se puede interpretar un escenario donde los parques públicos, bienes de toda la Sociedad, están en manos de delincuentes y Ud. no puede disfrutar de ellos? Qué me dirán, acaso que tengamos paciencia y esperemos a que llegue el lunes? Los lunes no tenemos tiempo porque tenemos que trabajar....y además porque los lunes y los martes, así como los miércoles, los jueves y los viernes, las calles también son de estos delincuentes que salen a robar y a rapiñar o a matar. Ir al banco a retirar dinero para pagar alguna cuenta o para comer, hoy resulta toda una aventura no excenta de riesgos. Sabe cuando sale de su casa, pero no sabe si vuelve, todo será cuestión de suerte como en la taba. Qué vida de mierda es esta? Dormir con un sólo ojo por las dudas, porque ya ni siquiera en su casa esta seguro?

Aquí ya no vale echarle la culpa a la TV o a los diarios, alcanza con salir a las calles para comprobar que el delito - que siempre existió- ha cambiado de modalidad y sus reglas ya no son las de un tiempo, en donde el ladrón se cuidaba bastante de no lastimar a su víctima. Hoy la droga decide quien vive y quien nó, la droga apreta el gatillo dejando a una familia sin padre o madre, a un trabajador que aporta rigurosamente a un Estado que no es capaz de protegerlo. Qué vida de mierda es ésta? Pero lo más triste y abominable de toda esta historia, es ver como gente que vive del lado seguro de la Sociedad, entra a las redes sociales para hacerle creer a las víctimas o potenciales víctimas, que todo es una conspiración de no se sabe quien, que todo obedece a una campaña desestabilizadora para desprestigiar al gobierno. Esa gente gana muy buenos sueldos y viven en lugares seguros. Son los mismos que publican cómo nos admiran en el exterior, cómo las empresas calificadoras de riesgo nos ubican como lugar seguro de inversiones. Por supuesto que los inversores no vivirán aquí y si lo hacen estarán muy bien custodiados. Para no hablar de los famosos grupos de apoyo radicados en el exterior, alabando la gestión del gobierno. Qué pasaría si alguien les preguntara: "Uds. dicen que todo es una maravilla y que añoran al paisito. Porqué no se van a vivir allí si todo es tan hermoso?" De giles no tienen nada.......Alguien cree que abandonarán sus vacaciones en el Mediterráneo para venir aquí a exponerse que los afanen o los maten para sacarle un mango, alguien puede creer que abandonarán la seguridad social que gozan en esos paises para venir a un hospital uruguayo? Por favor!

Qué hacer entonces ante esta encrucijada, en donde el mismo pueblo acabará pidiendo más represión y tal vez las Fuerzas Armadas en las calles? Yo viví en Brasil cuando los Escuadrones de la Muerte mataban 8 o 10 delincuentes todas las noches, durante todo el año sin feriados ni descansos. Y cual fue el resultado de aquellas matanzas? Por cada delincuente que aparecía quemado en la Baixada de Fluminense o en alguna otra favela, nacían 3. La pobreza siempre fue más rápido que las balas. O sea que la represión no resuelve nada. Aquí tenemos que hablar de las causas y esas causas sólo podrán ser erradicadas con un cambio radical de las estructuras de injusticia, postergación y exclusión que generan delincuencia. Ese cambio radical tiene un nombre: REVOLUCIÓN. Pero esa es una palabra que no gusta a los uruguayos, ella implica sacrificios que no estamos dispuestos a ofrecerle a la causa. Qué hacemos entonces, cómo protegemos a una población que trabaja y aporta, cómo nos defendemos de la delincuencia que amenaza nuestra seguridad? Vió mi amigo que la cosa no es fácil? Nestor Durante