viernes, 15 de marzo de 2019

Jugando al despiste




por Hugo Bruschi

En términos militares se conoce como "maniobra diversionista". Esto consiste en distraer la atención del verdadero objetivo. Un ejemplo que todos los uruguayos recordarán si es que no han perdido la memoria, es aquella "movida" que se hizo en el barrio La Teja hace muchos años atrás, para concentrar la represión de entonces en aquél barrio, dejando de ese modo la ciudad libre de vigilancia para facilitar una fuga.

La maniobra diversionista no siempre tiene forma física, también puede ser psicológica pues con los medios de difusión al servicio de la mentira y desinformación, se logra que nos ocupemos de temas subalternos y triviales en lugar de los que verdaderamente importan. En esta semana que se va, se produjo este juego del despiste y todo el mundo hablaba de lo mismo. Simultáneamente algo muy grave estaba pasando en el país, pero muy pocos se enteraron: EL PODER EJECUTIVO DE FORMA AUTORITARIA, SE NIEGA A CONCURRIR AL PARLAMENTO A EFECTOS DE SER CONTROLADO POR UN ACTO DE DUDOSA CONSTITUCIONALIDAD O MEJOR DICHO VIOLATORIO DE LA CONSTITUCIÓN DEL PAÍS, COMO LO FUE LA FIRMA DE UN CONTRATO LESIVO PARA EL PAÍS Y SU GENTE. A instancias de miles de firmas presentadas contra este proyecto antinacional, un legislador interesado en el tema quería saber de boca de los firmantes del contrato, el alcance del mismo. Primero se hablaba del Secretario y del Prosecretario de la Presidencia, sin mencionar al verdadero responsable que no es otro que el mismo Presidente, al ser aquellos 2, simples subalternos que cumplen órdenes. Y como si la negativa a comparecer ante el poder encargado de controlar al P.Ejecutivo, es decir el Parlamento fuera poco, el mismo Presidente emite un decreto por el cual la vía que une Paso de los Toros con Montevideo, se pondrá en práctica inmediatamente, cumpliendo de ese modo lo que ya adelantara en un acto: UMP va sí o sí. Sin embargo, al pueblo uruguayo lo tuvieron entretenido en otros menesteres, en una escena digna de teatro humorístico, de zarzuela o sainete, haciéndole creer que una renuncia premeditada desde hace mucho tiempo, pasaba a ser una destitución y que el Presidente al mejor estilo de Pacheco Areco se había puesto los pantalones. Y de este modo todo el mundo hablaba de si había estado bien o mal, de si Manini puede ser candidato o nó y cuestiones por el estilo sin ninguna importancia. Uno se pregunta al mismo tiempo, que hubiera opinado Fernández Huidobro……..? Esto lo dejamos librado a la imaginación popular.