miércoles, 18 de julio de 2018

De más a menos.....




por Hugo Bruschi

Fue tal la espectativa creada y la exaltación de un pasado glorioso, que partimos de Carrasco como campeones del mundo. Y en el país no se hablaba de otra cosa. La prensa vividora de estos estados de ánimo, explotó como nunca la necesidad de gritar un gol, de sentirnos más uruguayos que nunca. E inmersos en esa euforia colectiva, quien se animaría a cuestionar nuestra chance sin riesgo de traición a la patria?

Desde el mismo gobierno estimularon esa pasión pelotera y ese falso nacionalismo, vistieron al David con dinero de los contribuyentes, 10.000 dólares por una camiseta. La cosa funcionaba bien y los encuentros ministeriales pasaron desaparcibidos, así como algunas medidas anti-populares. En la cancha las cosas venian saliendo bien y hasta eliminamos a Portugal, pero se lesionó Cavani. Ahí fueron decayendo las espectativas y fuimos buscando explicaciones para el caso de quedar eliminados. Y pasó lo que tenía que pasar, lo que lógicamente tenía que pasar, cuando enfrentamos equipos que tienen entre sus suplentes, jugadores del Manchester, del Madrid o del Barca. Y en estos casos, la garra y el corazón no alcanzan.

Entonces la prensa tenía que encontrar algo para mantener vivo el patrioterismo y le ofrecieron una bandera a un jugador campeón del mundo, que en su estado de euforia no dudó en colgarse. Ya estábamos en la final y nuestra bandera recorrió las primeras páginas y las imágenes deportivas del mundo. A partir de entonces, quien podría acordarse de Suárez o Cavani? Ahora el ídolo es el francés que toma mate, ama al Uruguay, juega al truco y además se cuelga la bandera como muestra de cariño. Se puede pedir más?

Y el Intendente Martínez, el mismo que anda en bicicleta 3 cuadras para que la prensa que "casualmente" pasaba por allí le sacara fotos, vió su oportunidad. El frances será recibido con honores de ciudadano ilustre, para envidia de tantos que sí merecerían esa distinción. Sólo le faltó decir que se trata de "interés nacional" o mejor dicho "electoral", para ser más precisos. Y en esta tarea homenajeadora, Tabaré Vázquez no podía quedar al margen. El mismo que se niega a recibir a los Familiares de Desaparecidos, le envió una carta al francés invitándolo a visitarlo en caso que decida venir de paseo al Uruguay. Tal vez los Familiares tengan que acompañar al frances para ser recibidos?

Cuántos científicos, cuántos investigadores, cuántos cirujanos haciendo milagros en las salas de operaciones, deberían ser invitados como ciudadanos ilustres de la humanidad? O será que carecen de hinchada, o será que no toman mate?