por Hugo Bruschi en el Año de la Resistencia.
La fiesta de los
15 años, es un ritual muy arraigado en las sociedades latinoamericanas.
Es el instante donde la quinceañera se despide de su niñez y comienza un
lento camino hacia la mujer adulta. Bueno, por lo menos es lo que la
tradición indica o la gente cree.
Comienzan a pintarse los labios, en
muchos casos reciben de manos paternas, la última muñeca como símbolo
de una etapa que queda atrás o un par de zapatos de taco alto,
representando la etapa que se inicia. El ritual tiene sus variantes e
ingredientes, de acuerdo al país en cuestión y sus costumbres. Es la
edad del coqueteo y las primeras escapadas.
Como quiera que sea,
aquella fiesta - para los que pueden aún - quedará grabada en la memoria
de aquella niña y las fotos testimoniarán más tarde, aquella velada tan
importante de su vida. Padres, hermanos, abuelos, primos, amigos del
barrio o compañeros del liceo, etc. rodeando a la agasajada cuando corta
la torta o cuando baila el vals tradicional con su padre o con su
abuelo.
Qué sentirá la nieta de José Nino Gavazzo cuando mire las
fotos dentro de algunos años? Se sentirá orgullosa de aquel abuelito
cariñoso que abandonó su "prisión", para llegar hasta la fiesta? Sería
injusto al día de hoy, pedirle opinión a una adolescente que ni siquiera
pudo organizar su propia fiesta y mucho menos decidir sobre los
invitados adultos, pero estamos seguros que no ignora quien es su abuelo
y que delitos ha cometido, por más que sus padres intenten mentirle,
por más que se empeñen en presentar a las víctimas como seres terribles
que buscaban la destrucción del Uruguay y que por tanto su abuelo debió
combatir como buen soldado de la Patria que fue. Y cuando se entere que
hubieron niños secuestrados y luego separados de sus padres, le dirán
que lo hizo para salvarlos de aquellos padres perversos. Y cuando se
entere que también el abuelo mató y desapareció gente, le dirán que son
inventos de una subversión que no se ha dado por vencida y aún mantiene
sus ánimos de venganza. Y que dirá la jovencita cuando se entere que su
abuelo, además de ser un torturador, asesino y desaparecedor de
personas, fue un delincuente comun a quien le gustaban tanto los
dólares, que decidió falsificarlos. Seguirá creyendo la jovencita que el
uniforme de la Patria estuvo en buenas manos?
El tiempo lo dirá, por ahora sólo nos queda decirle FELIZ CUMPLEAÑOS........