viernes, 24 de julio de 2020

La crisis es moral




por Hugo Bruschi

Parafraseando a León Trotsky en su teoría de la Revolución Permanente, hoy podríamos afirmar que en el Uruguay, se ha instalado para siempre, la teoría de la Corrupción Permanente. Y lo que es más preocupante aún, es que para esta epidemia no hay antídotos, vacunas o anticuerpos. De las crisis sanitarias se puede salir, de las crisis económicas también, siempre y cuando, la generosidad de los banqueros perdone nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros colonizadores. Lo primero es medio difícil, verdad ?

Cuando una Sociedad acepta elegir "el menos malo" o "el menos corrupto", ya se ha perdido el respeto a sí mismo, pues de ese modo no sólo está legitimando estas conductas, sino que se está haciendo cómplice de las mismas.Es común escuchar "son todos iguales" y cuando uno les pregunta entonces porqué votaste? no saben que responder. La corrupción está generalizada y vaya donde vaya la encontrará. Unos poniendo cara de inocentes y otros cara de piedra, pero todos en la misma. "Hacé la tuya" y el que venga atrás que arregle, parece ser la consigna. Gente joven recién incorporada a la militancia política, sueña con seguir los pasos de sus dirigentes sin cuestionar absolutamente nada. Este negocio es Industria Nacional como decía el Mago.

Que confianza o credibilidad puede generar en la población, un partido político que gobernó 15 años e invirtió el orden de las cosas, poniendo al Estado al servicio de sus intereses partidarios, en lugar de ponerlo al servicio de todos los uruguayos, que son en definitiva quienes aportan su dinero para mantenerlo? Basta observar lo sucedido con el MIDES, con el Ministerio de Turismo regalando millones a "los referentes de la cultura", con las viandas de las escuelas, con el Antel Arena, con TV. Ciudad, etc. y la lista es interminable. El Cambalache de Enrique Santos Discépolo, ya no alcanzaría para describir esta situación. La joda campea a sus anchas y la gente les otorga un voto de confianza.

Ahora el Fiscal General, que antes militaba en el Partido Comunista y que debe investigar algunos de sus viejos correligionarios por actos de corrupción, ordena investigar a una Fiscal que antes miitaba en el Partido Nacional, por haber archivado el caso del intendente de Colonia Sr. Moreira. Esto es circo para entretener a las hinchadas, mientras la Embajada de los EEUU siga confiando en su amigo, al igual que los integrantes del partido único, aquí seguirá vigente el Código del Proceso Penal y este señor decidirá quien será investigado y quien nó, quien irá preso y quien seguirá tomando whiskey con sus amigos. Unos y otros los necesitan, unos y otros no discrepan en torno a UPM, tampoco el PIT-CNT, es decir en tono de fiesta: la corrupción unida jamás será vencida, a menos que un pueblo cansado de tanta infamia decida cambiar el rumbo. Por ahora seguiremos dejando quejas, en el Muro de los Lamentos en que se ha convertido el país.