jueves, 14 de agosto de 2014

Si la patria nos llama


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.

El clima electoral viene subiendo de temperatura a tal extremo, que algunas gotas de agua no vendrían mal. Sin embargo hay casos en donde la gota fría le ha caido a más de uno y no ha sido de mucho agrado que digamos. Tal es el caso de quienes hasta ayer presumían de acusadores y hoy han pasado a ser acusados. Y no sin razón..... parece que los muchachos de las manos limpias, ya comienzan a usar guantes por las dudas. La corrupción ha alcanzado niveles alarmantes y la población que deberá elegir a sus gobernantes dentro de pocos meses, ya no sabe para donde agarrar como se dice vulgarmente. Y seguramente que ante tal estado de cosas, optarán por el "menos malo" en una suerte de resignación trágica que los lleva a aceptar el delito en política, como algo normal e inevitable. Como una suerte de valor agregado. Y cuando un Pueblo ha llegado a esta determinación, estamos en presencia del colapso moral de todo un país. Aunque esta vez no será fácil detectar al "menos malo" y no sabemos aún, que referentes  serán tenidos en cuenta a la hora de adjudicarles el puntaje. Deberemos tener en cuenta además, que ciertos delitos cometidos por gobernantes,  ya han sido perdonados o justificados incluso con marchas de apoyo y caravanas de la alegría. Al mismo tiempo es importante recalcar, que tanto las acusaciones como algunos hechos de carácter público, han sido "orquestados" por el enemigo, lo que hace más difícil aún ubicar al verdadero responsable.


Y como si todo esto fuera poco, ahora nos regalan la frutilla de la torta: Jorge Batlle disparando flechas envenenadas contra el mismo Tabaré - no el de Zorrilla sino el candidato - tratando de desprestigiar su imagen, en clara señal de nerviosismo electoral. Que Tabaré se hizo rico con la dictadura, que fue hombre de confianza, que obtuvo la letra "A", etc. Por lo menos deberemos reconocerle, que de gil no tiene un pelo. Yo conozco otros que se pusieron al servicio de los militares casi gratis. En los lugares de trabajo de la Administración Pública, hacían cola para vender compañeros, creyendo de ese modo estar haciendo méritos para el ascenso. Enviaban listas al ESMACO (Estado Mayor Conjunto) con los nombres de los sospechosos. Muchos - entre ellos yo - pasamos a integrar las listas de los que había que despedir, por no alcanzar los niveles que la Fé Democrática exigía. Por supuesto que no les guardo rencor, sino un eterno agradecimiento. Fíjense Amigos lectores, que haber pasado ese oscuro período de la vida del país sin una observación, una amarilla como se dice, hubiera sido bastante sospechoso de colaboración. Por lo que haber alcanzado la tarjeta roja y enviado a las duchas antes de tiempo, ha sido todo un reconocimiento. Así que como veremos el Dr. Vazquez es uno más de los casi 800.000 uruguayos que colaboraron con los uniformados, se beneficiaron y algunos pobres infelices se enchastraron gratis. Yo los veo pasar a mi lado y me saludan - los que aún viven - como si nada hubiera pasado. Son las miserias del alma de gran parte del Pueblo uruguayo, por lo que no hay que idealizar jamás las cosas y anteponer deseos a realidades.


Una vecina indignada me dijo: "Buena pieza este Jorge Batlle infidente, para hablar mal de Tabaré". Traté de decirle que a veces debemos hacer abstracción del denunciante, para concentrarnos en la denuncia, pero no hubo caso. Por lo que me dijo que incluso le "haremos una caravana si es necesario". Ante tal grado de fidelidad a la causa, opté por tomar distancia prudencial y seguir las buenas relaciones con mis vecinos.


Por supuesto que el Dr. Vazquez está tranquilo, su grupo ya conocía desde años atrás estos desvíos y aún así decidió darle su ayoyo dado los vínculos del hombre. Masonerías, imperios y Fondos Monetarios,son cartas de presentación que no todos los candidatos pueden exhibir llegado el momento. Así que por ese lado el Dr. Jorge Batlle no tiene mucho para recoger y como prueba irrefutable podemos mostrarle a ese acusador, la madurez de nuestros militantes, incluso aquellos que recibieron la letra "C" y fueron despedidos de sus empleos. Para no hablar de hombres con pasado insurgente, combatientes de ayer, comunistas, etc. Creen Uds. que esta gente aceptaría a un colaborador así como así? Hágame el favor!!! No insistan más con este tipo de campañas difamatorias, que ningún beneficio reportan a la imagen del País.De seguir así, cualquiera podría pensar que estamos en Momolandia y no en la "perla escondida" como nos bautizó un diario británico. Que la contienda electoral tenga pasajes, en donde la pasión con que se exponen las ideas abre camino a la confrontación, es casi natural y necesario diría yo. La Patria acepta extremos en donde sus hijos luchan por servirla. Es la prueba más acabada del amor de sus hijos peleando el derecho a defenderla, tal cual lo harían con su madre. Con hijos como estos, la Patria podrá dormir tranquila. Ellos velarán por su felicidad.....