jueves, 2 de marzo de 2017

Preguntas sin respuesta......




por Hugo Bruschi en el Año de la Organización.

A las tantas que nos abruman, hoy agregaremos una que nos venimos formulando desde hace mucho tiempo: Tenemos derecho a intentar despertar al que quiere seguir durmiendo, de amargarle la vida a quien está de fiesta permanente, de obligar al que no quiere ver ni escuchar, de obligar a hacer lo que el individuo no quiere hacer? Y aquí comienza un conflicto entre el deber y la conciencia. Quien me otorga a mí ese derecho, quien soy yo para señalarle al otro una realidad que no le interesa ni la quiere ver?

En las redes sociales coinciden opiniones y opinadores, acerca de tal o cual tema. Poco a poco vamos descartando a quienes no nos gustan, pues representan todo lo contrario a lo que sostenemos y a tal extremo, que quedamos encerrados en un círculo de amistades que opinan lo mismo. Yo sé que a veces es necesario - por higiene mental - depurar la lista. Me ha pasado, no puedo negarlo y aquí no se trataba de opiniones sino de gente diciendo incoherencias, dando la impresión que habían consumido algo. Pero volviendo a lo anterior, esto también tiene sus desventajas pues terminamos creyendo que el mundo exterior es tal cual lo comentamos con nuestros amigos y tal vez, lo imaginamos. Que la gente está tomando conciencia, que ya no acompañarán a corruptos y ladrones. Y aquí cometemos el segundo error. No deberemos tomar jamás las redes sociales, como termómetro de la realidad. Afuera se juega otro partido. Yo nunca olvidaré las palabras de un feroz revolucionario de los 60-70, cuando carente de argumentos y superado por las evidencias, me dijo orgulloso: "Nos vemos en las urnas" y lo más lamentable es, que desde su punto de vista y una moral de bolsillo, tenía razón. Ellos saben como manejar clientelas, tomaron como ejemplo a la Lista 15 de Luis Batlle. Emplearon a casi 100.000 personas que representan 250.000 votos por lo menos. Y esa gente hará cualquier cosa por no perder sus privilegios, basta que les digan que de ganar "la derecha" pueden correr riesgo los empleos, para que esa gente salga a las calles dispuesta a cualquier cosa y esto Uds. lo verán cuando se acerquen las elecciones.

Sin embargo, en este panorama desolador no nos queda otra salida, que seguir con la prédica que salvo los amigos nadie leerá o escuchará. Pero es un mandato de conciencia....y pobre de quien se olvide. Más temprano que tarde, la pagarán muy pero muy caro......