jueves, 3 de julio de 2014

Un oficio como hay tantos


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad.

Si 50 años atrás nos hubieran dicho, que "murguista" o "carnavalero" pasaría a ser un oficio como cualquier otro, jamás lo hubiéramos creido. Algo similar sucede con el "hincha", con aquél que se diferencia del simpatizante, por su militancia. En las buenas y en las malas como se dice y toda una garantía de fidelidad para su empleador. Puede ser hincha de Nacional o Penãrol, de Rampla o de Cerro, pero qué pasa cuando un sentimiento superior reclama sus servicios? Ahí lo encontramos codo a codo con sus antiguos rivales. La Celeste como la Patria, reclama que  "los hermanos sean unidos" como nos decía el Martín Fierro.

Una vez calmados los ánimos productos del fracaso mundialista o de la sanción aplicada a Luis Suárez, la hinchada celeste se va adaptando poco a poco, a la realidad que abandonó cuando le hicieron creer que seríamos campeones del mundo. Aunque es justo destacar, que enviamos a casa a 2 paquetes millonarios antes de tiempo. Pero fue tan grande el bombardeo de la prensa y de las agencias de viajes, que medio Uruguay estuvo convencido durante algún tiempo, que regresaríamos con la Copa. No en vano ya se había enviado a tierras brasileñas, a nuestro temido fantasma que sembró el pánico durante algunos días, por las calles de Rio. Y también hubieron quienes convencidos de la victoria, se empeñaron para acompañar a sus ídolos. Y a esta altura ya nadie recordaba, los tortuosos caminos que debimos transitar para clasificarnos, jugando el último partido contra un país, que hacía tan solo 5 años que practicaba el fútbol. Y esto no fue más que la prueba elocuente, de lo que puede la prensa, el mundo político y todos aquellos que esperan beneficios, de estas expresiones de histeria masiva, de la explotación sin escrúpulos de estos sentimientos colectivos. Y curiosamente aquí no vimos al Sr. Presidente, alertar a la gente sobre gastos "innecesarios". Será que los maestros decidieron no viajar?

Y cuando el fracaso se hizo palpable, cuando un infeliz incidente nos dejó sin el mejor jugador, hubo que echar mano a la vieja costumbre oriental: echarle la culpa al otro y de este modo librarme de toda responsabilidad. Al ser interrogada sobre el radicalismo verbal de su esposo, la primera dama nos dijo que: "la hinchada está feliz por esas declaraciones". Si mañana tomara cuerpo en el Uruguay, alguna corriente racista que promete muchos votos, esta gente no dudaría en declarar que "los negros deben transitar la vereda de enfrente". Ya se ha llegado a extremos, que nada nos asombraría.

Pero por ahora dejarán tranquila a la hichada, que deberá recuperarse del esfuerzo realizado y también económicamente por las deudas contraidas. Pero que se recuperen pronto, pues tienen ante sí los preparativos, para el próximo campeonato que se disputará en Octubre. Y además porque las hinchadas no pueden permanecer desocupadas y porque el Seguro de Paro se vería desbordado. Ellas necesitan trabajar y su trabajo conciste en "hinchar" y una vez eliminadas del mundial, tendremos la obligación de encontrarle otra tarea. Qué mejor entonces que incorporarlos a las filas de la esperanza? Y de ello se encargará la prensa, advirtiéndoles de los peligros que representa para el país y la democracia, el voto en blanco o anulado y serán convocadas con la misma pasión, que pusieron cuando la Celeste representó la Patria. Y aquí sí no cuentan las sanciones por mordiscos u otras cositas. Aquí todo estará permitido y la FIFA nada podrá hacer, aquí se juega otro campeonato y no tenemos que dar cuenta a nadie más que a nuestros "Sponsors", que nada tienen que envidiarle a los de Blatter y Cia. Y será una verdadera fiesta de Pueblo, un adelanto del Carnaval en donde nadie podrá prohibir el uso de caretas, como lo hicieron en Maracaná con el rostro de Luisito. Y la fiesta será animada con murgas, tamboriles, animadores, cantores y otras especies. Nada quedará librado al azar. Y las hinchadas se largarán a las calles, enarbolando sus banderas y otros objetos festivos, en una manifestación de alegría que anticipará los goles en las urnas. Y contaremos con locomoción generosamente proporcionada por CUTCSA, para todos aquellos que vivan en las zonas más alejadas. También se efectuarán "copamientos" sorpresivos al transporte colectivo, para alcanzarle al pasaje nuestro programa y dialogar durante el viaje. No ha sido éste acaso durante muchos años, el espacio preferido por vendedores de versos, guitarreros y todo lo que no "puede faltar en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero"?

Así que a preparar las batucadas y los tamboriles, la fiesta continúa en pocos días más ,como una prueba irrefutable de que en el Uruguay, todo el año es Carnaval......