domingo, 23 de enero de 2022

Las aguas bajan turbias

 por Hugo Bruschi


NO!! aquí no estamos hablando de aquél film de Hugo del Carril de los años 50, aquí se trata de otras aguas y otros escenarios. Yo ví el video de la vergüenza, registrando toneladas de basura aguas abajo. Qué contraste con la imagen que venden en el exterior y le muestran a los turistas en los aviones con destino a RODELU. Y aquí queremos ser puntuales: esto no es culpa de la Intendencia, esto no es responsabilidad de ADEOM. Que nadie quiera sacar partido de esta tragedia, esto va más allá de gobiernos y administraciones y esto no se resuelve buscando culpables tal cual la tradición uruguaya, esto seguirá así gobierne quien gobierne. El problema tiene que ver con una sociedad que no se siente bien, casi enferma diría yo. Enferma de odio mal canalizado o en una revancha no se sabe bien contra quien.
No me hablen de las lluvias pues estas se registran a lo largo y ancho del planeta. Las inundaciones no diferencian países ricos o pobres, son simplemente inevitables. En Alemania, en Austria, en Suecia o en Francia, solo por mencionar algunos. Allí se han desmoronado calles, carreteras, edificios. Se inundan las casas, los muebles flotan junto con los autos. Pero esos pueblos tienen ciudadanos amantes de su país, de sus barrios, de sus espacios públicos y las tareas de limpieza no se hacen esperar. Vecinos y no vecinos, acuden con sus herramientas a limpiar las calles del barro y los escombros, sienten esas calles como parte de la ciudad que aman. En Uruguay amamos a nuestro país cuando juega la Celeste, esa es la diferencia. Y en esos países jamás se ve basura flotando por las calles, teniendo en cuenta que esos países registran los índices más elevados de consumo.
En Montevideo se saturaron las cloacas y cual un estómago indigesto, vomitaron con violencia lo que manos irresponsables le arrojaron a su interior. Así vimos condones junto a toallas higiénicas, botellas de plástico, cartones, gallinas muertas junto a gatos o perros. Las cloacas reaccionaron con furia y nos vomitaron en la cara su asco y su vergüenza, pareciera decirnos: UDS. SON LOS CULPABLES. Y estas conductas anti-sociales no cambiarán con nuevos gobiernos, éstas sólo podrán ser erradicadas cuando los políticos dejen la joda de la LUC y cuando la invasión de ratas pase a ser más importante que el famoso Carnaval. Cuando este viejerío al pedo, corrupto, mentiroso e impostor que ha gobernado los últimos años, ya no tenga espacio en la Prensa y que ésta dedique 5 minutos cada 3 horas (no pedimos más) para irradiar programas educativos acerca de como se puede vivir en forma civilizada y en buen contacto con el medio ambiente. Cuando las guarderías o las escuelas enseñen a los niños a cuidar de la limpieza, a poder caminar sin miedo a pisar mierda de perro o humana.
Yo vivo en Suecia y desde el fondo de mi casa veo pasar la fila de niños de las escuelas camino al bosque y observo como estos buscan una papelera que las hay cada 50 metros, para arrojar el papel del caramelo que les ofrecieron antes del paseo y poder comprobar así la conducta de cada uno de ellos. No es curioso caminar entonces por las calles de Suecia y no ver un solo papel. Por allí deberíamos comenzar y tal vez entonces las próximas generaciones nos devuelvan el Uruguay  que todos queremos, libre de basura y ratas jugando en ella.
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