miércoles, 22 de diciembre de 2021

La fraudemia

 por Hugo Bruschi
A diferencia del Covid 19 o su variante el llamado Omicron, la fraudemia no es combatida con vacunas o medidas sanitarias o restricciones, sino todo lo contrario. La fraudemia es glorificada, exaltada, festejada y hasta recomendada como solución a todos los problemas que aflijen a una Sociedad. Se instala en el cerebro de la gente de pocos recursos intelectuales, los desinformados o los fanatizados por colores, cual si los problemas de un país se resolvieran en una cancha de fútbol. La fraudemia no es otra cosa que una estafa a las expectativas de un pueblo, al porvenir de la juventud, a la esperanza en sí. Citaremos un ejemplo reciente: Si Ud. le pregunta a algún contagiado por este virus, quien ganó en Chile, le dirá que la izquierda y que el fascismo fue derrotado. Si Ud. no nos cree, lo invitamos a entrar a las redes sociales para comprobarlo.
Si Ud. los invita a razonar -algo que no acostumbran- y les dice que el gran triunfo fue de los banqueros, de los exportadores, etc., es decir el de los que manejan la economía del país, no lo escucharán pues están presos de "su verdad". Si Ud. les dice que el sistema fue inteligente y sacó la protesta de las calles y las llevó a las urnas, no le creerán. Si Ud. les advierte que este Sr. Gabriel Boric no tiene nada de izquierda y ha condenado a Cuba, Venezuela y Nicaragua, le dirán que es mentira.
Algo similar sucedió en el Uruguay en 1971, un Uruguay en donde la protesta, los conflictos laborales generados por el reajuste económico recomendado por el FMI o el Banco Mundial junto a la toma de conciencia ante tanta represión y autoritarismo, amenazaban seriamente la estabilidad del sistema pues las luchas iban en aumento. Si a esto le sumamos las simpatías que generaban las organizaciones armadas, el escenario prometía un amanecer para los uruguayos. A propósito de la lucha armada, podremos decir que más allá de si los métodos fueron los correctos, más allá de si nos gustaron o nó, los que desaparecieron, los que cayeron con las armas en la mano, no luchaban por cargos parlamentarios, secretarías o ministerios y esas víctimas siguen siendo traicionadas hasta nuestros días por gente disfrazada.
Qué pasó entonces? Los políticos profesionales crearon una "alternativa" y aquellas protestas y luchas, terminaron en un cuartito con papeles y una caja. Dime quien ganó y te diré quien eres......
Cuando más tarde se manifestó la crisis con toda su intensidad, el pueblo quedó sin respaldo y a merced de la dictadura. Por supuesto que luego llegaron los relatos y los libritos, todo el mundo contando su historia.....
La fraudemia no es fácil de erradicar, cuenta con muchos adherentes que propagan este virus y hasta los hay que piden a gritos resultar contagiados. Si dentro de algunos meses se confirma que lo de Chile no es lo que pareciera ser y por el contrario es un poco más de lo que dejó Bachelet, la fraudemia encontrará la forma de explicar las cosas y dirán que se trata de una mutación.
...