por Hugo Bruschi
".......que los amigos como los Jueces, han nacido pa´ fallar" nos decía El Mago. Viejo y sabido, los jueces emiten sus fallos y los "amigos" sus fallas. O sea que tanto te puede cagar uno como el otro, por ello el Martín Fierro nos aconsejaba hacerse amigo del juez y no darle que quejarse.
Hubieron muchos que se hicieron amigos del juez y otros fueron más lejos: se hicieron socios, y de este modo unos y otros estaban protegidos por una Justicia que de ciega no tiene nada y mira por debajo de la venda. De ahí que algunos marchan "al spiedo" y otros gocen de buena salud domiciliaria. Pero como puede ser? A mí me enseñaron que todos los hombres son iguales ante la ley, pero resulta que en la práctica algunos son más iguales que otros.
Un exportador de droga recibe domiciliaria y un ladrón de gallinas marcha tras las rejas. Un grupo calificado de honorables ciudadanos, profesionales casi todos, reciben un rezongo y un chas-chas en la cola por traficar y explotar menores de edad.
Qué pasa Sr. Juez, Ud. no percibe que la gente, el hombre común de la calle va perdiendo confianza en la Justicia que Ud. representa? Yo sé que Ud. en el fondo sabe que aquí no pasa nada, que la indignación de unos pocos es superada por la indiferencia de los muchos. De los que seguirán creyendo en una Democracia renga, que el voto decide la suerte del país, que el ciudadano es el soberano, y otros versos más. Y tal vez tenga razón, en 2 días se olvida todo. Ud.confía que en la Colombes sigan gritando y aplaudiendo, cuando nó puteando al juez. No a Ud. por supuesto. Algo anda mal bajo el cielo celeste.
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