jueves, 26 de marzo de 2020

Un pueblo divertido, jamás será vencido




por Hugo Bruschi

A los uruguayos nos podrán acusar de cualquier cosa, menos de ser aburridos o faltos de originalidad. A qué pueblo alrededor del mundo, se le podría ocurrir hacer ruidos con ollas, tapas y cacerolas, en medio de una pandemia? Un ciudadano sueco de visita en el Uruguay, quedó "varado" como miles a lo largo y ancho del mundo, quienes no pueden regresar a sus paises de origen. Suerte para este hombre, que un compañero le abrió sus puertas del mismo modo que Suecia abrió las suyas, para cuando más las necesitábamos. Y este hombre -genuino representante de la ingenuidad escandinava- le preguntó a este uruguayo: "Decime una cosa, el corona virus está emparentado con la langosta?" Nó, nó! fue la respuesta del uruguayo. Porqué me lo preguntas? "Mirá, en Suecia hace muchos años tuvimos una invasión de langostas y recuerdo que el pueblo salía con diversos objetos ruidosos para ahuyentarlas". Y siguió dando ejemplos. "En China declararon al gorrión plaga nacional y los expertos estudiaron el comportamiento de esta ave para mejor combatirlo.

Llegaron a la conclusión que no puede volar más de 6 horas sin posarse, por lo que la Revolución convocó al pueblo a una jornada de 6 horas haciendo ruidos. Fueron cayendo extenuados y de ese modo exterminados". El uruguayo creyendo que el sueco le estaba tomando el pelo, le contó que en el Uruguay también declararon plaga nacional a la "cotorra" que se comía los maizales, pero que no hubo necesidad de matarlas porque el ejército de EEUU las compró. "Y para qué las querían?" preguntó el sueco. Las cruzan con palomas mensajeras para enviar mensajes hablados y de ese modo desconcertar al enemigo e inutilizar el uso de halcones cazadores de mensajes. "Vos me estás jodiendo" dijo el sueco que era ingenuo, pero no idiota.

Mientras tanto en los balcones seguía el ruido y las amas de casa intercambiaban experiencias, acerca de sus sartenes u ollas de cobre en donde no se pegaba la comida. "Estos ruidos se hacen a menudo?" preguntó el sueco. Mirá, esto forma parte de la cruzada del buen humor, para elevar el estado de ánimo de la gente encerrada en sus casas. Se trata al mismo tiempo de ejercicios para combatir la incertidumbre sobre el presente y el futuro que nos espera, pues como tú bien sabes, la gente puede caer presa del miedo y de ahí al pánico paralizante, solo hay un paso. Y como es sabido, esto debilita nuestras defensas haciéndonos más vulnerables al virus corona. "O sea que estos ejercicios van a continuar?" volvió a preguntar el sueco. Sí la gente sólo está esperando que le bajen la orden. "Se sabe cuantos casos de gente infectada, cuántos Muertos?" preguntó el sueco preocupado. Eso no le importa a nadie, respondió el uruguayo, aquí lo importante es hacer ruido……..