jueves, 22 de noviembre de 2018

Qué imagen tan borrosa de la patria




por Hugo Bruschi

Tú no luchabas por un título ni por una condecoración. Mucho menos por un sello postal con tu imagen. Tú luchabas por lo que te negaron en vida, tú luchabas por saber la verdad sobre tu hijo Nebio y por el resto de los desaparecidos.

Y estabas siempre en la primera fila del reclamo, en la cresta de la ola. Detrás tuyo y a una distancia prudencial por aquello de la verguenza que los come por dentro, se ubicaban los que usaban tu lucha con otros fines. Algunos se incorporaban algunas cuadras más adelante y curiosamente allí donde estaban las cámaras, que daban testimonio de su presencia "solidaria". Pero a tí no te engañaban, tú sabías por olfato y experiencia que estaban allí por otros fines, que estaban allí porque era negocio redituable en bancas y porvenir asegurado. Ya te habían dado la prueba en el Pacto del Club Naval y cuando en alguna que otra ocasión, un traidor corrió al Parlamento a pedir que no votaran la anulación de la ley maldita y cuando tiempo después saboteó el plebiscito que pretendía anularla.

Te fuiste a tus 98 años con la dignidad de madre entera y tu sóla presencia aún en la tumba, los llenará de verguenza si es que alguna vez la tuvieron.

Viviste más de 40 años buscando la verdad que te negaron, mientras ellos vivieron el mismo tiempo buscando la forma de ocultar sus crímenes. Al decir de Benávidez, ésta es la imagen que nos da la patria cuando se trata de justicia.