lunes, 18 de julio de 2016

Jodidos..... pero contentos

por Hugo Bruschi en el Año de la Resistencia

 De tanto escuchar la palabra, un niño le pregunta a su padre: "papa, se puede ser corrupto y ser de izquierda?" "Imposible hijo, los corruptos son todos de derecha", le respondió el padre con aire de suficiencia. Y seguramente tiene que ser así, pues los compañeros podrán equivocarse, podrán meter la pata, pero será por falta de experiencia o de asesoramiento. Muchas veces también resultan acusados sin pruebas por los enemigos del proceso de cambios. Y es allí donde todos tendremos que estar a su lado y tenderle una mano solidaria al compañero agredido. Así se practica la verdadera solidaridad....

En última instancia y ante cualquier duda, deberemos afiliarnos a la teoría de una conocida mía, quien luego de escucharme un rato acerca de corrupciones, impunidades y otras yerbas, me dijo solemnemente: "Mirá, todo muy lindo lo que decís, pero yo prefiero mil veces ser cagada por un gobierno de izquierda que por uno de derecha". Me dejó sin argumentos y al mismo tiempo me quedé pensando como luchar contra estas cosas, cómo hacerle entender a una persona que la resignación, que elegir al menos malo es faltarse el respeto a sí mismo, cómo podemos aceptar a un malo porque el otro es peor? Sin embargo, esta es la mentalidad incorporada en miles y miles de uruguayos y esta mentalidad tiene sus portavoces, basta entrar a las redes sociales para descubrirlos. Cabe señalar asimismo, que un grupo de orientales ha formado un grupo denominado "caza-focas" y en esta suerte de safari marino muchas han tenido que sumergirse en su verguenza. Verguenza de ganar 50.000 para arriba sin demasiado esfuerzo y hacerle creer a quienes no pasan los 15.000, que nunca estuvimos mejor que ahora. Son los mismos que festejan la nueva pastera como si fuera un partido de fútbol. "Ahora sí que los argentinos sentirán envidia de nosotros". Son los mismos que defienden a la "compañera" que alquilaba una propiedad, sin saber que actividades se desarrollaban allí. Parece que los ingresos eran más fuertes que las sospechas, para qué andar averiguando entonces? La imaginación popular la bautizó "la dueña del bulín" y hasta la misma Constanza Moreira se solidarizó con esta noble compañera sorprendida en su buena fé, por gente sin escrúpulos que creyó estar en Montmartre.

Pero a pesar de todo esto y mucho más que Uds. seguramente saben, nada parece amenazar el éxito de esta gran empresa, de existir alguno éste sería el de los miles y miles de orientales que le darán la espalda a unos y a otros, pues todos forman parte del mismo negocio, en el que al pobre pueblo siempre le toca perder. Cientos de miles de orientales que quieren seguir mirando a sus hijos de frente, sin verguenzas y sin versos, miles y miles que han decidido romper algunos silencios que sólo favorecen a los que no quieren ruidos molestos, sobretodo cuando les gritan lo que son. Miles y miles que han decidido decir basta a tanta entrega, a tanta impunidad, a tanta mentira, a tanta corrupción buena....