lunes, 4 de febrero de 2019

Democracia vs petróleo




por Hugo Bruschi

Está amaneciendo y la fiesta se acaba. Las máscaras se van cayendo y al "disfraz lo queman los rayos del sol" como decía El Mago. A partir de ahora cada uno se muestra tal cual es.

El 7 de Febrero en Montevideo, se reunirán representantes de la Union Europea, representantes de algunos gobiernos latinoamericanos y representante del gobierno anfitrión Uruguay. Ellos decidirán la suerte de Venezuela, ellos y no los venezolanos. Eso era antes.....ahora la Democracia es bastante elástica.

Algunos paises europeos como España por ejemplo, ya han reconocido al auto-proclamado presidente Guaidió, por lo que las elecciones ya no son necesarias, basta con tener buen respaldo en armas y poder económico para resultar electo. Y en este marco confuso y tramposo se llevará a cabo esta farsa. Es como entrar a la timba sabiendo que hay naipes marcados.

Uruguay ya adelantó que exigirá elecciones transparentes, cuestionando la legitimidad del Presidente Maduro y el proceso electoral llevado a cabo en Mayo 2018. Elecciones que fueron monitoreadas y observadas por Jimmy Carter y el propio Botinelli, elecciones ejemplares al decir de estos y otros observadores. Lo que nadie dice, nadie garantiza, es que pasaría si en esas nuevas elecciones que piden Uruguay y algunos otros vuelve a triunfar Nicolás Maduro? Qué garantías tendrían esas nuevas elecciones, acaso las mismas que ahora se desconocen?

Alguien con sensatez puede creer que un imperio sediento de petróleo, que ya ha invadido países para apoderarse del mismo, habrá de respetar el resultado electoral? Entonces a qué viene toda esta farsa, todo este circo de declaraciones serviles preparando el terreno al comisario del mundo? NO SERÁ MEJOR DECIR: EL PETRÒLEO PARA LOS NORTEAMERICANOS!!! y así terminamos de una buena vez? Cómo pueden de otro modo equiparar a un presidente electo por el pueblo, a un golpista auto-proclamado? Si así es como entienden la Democracia, no entiendo para qué seguir con esta farsa de elecciones. Y lo que es más preocupante: Se estará sentando un peligroso antecedente, a partir de ahora cualquier democracia podrá ser derribada con un auto-proclamado que cuente con las simpatías imperiales. Y eso puede pasar en cualquier lado, incluido el Uruguay.